Plan seguridad entra vigor Bagdad

<p>Plan seguridad entra vigor Bagdad</p>

BAGDAD (AFP).- El primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, anunció ayer, miércoles, el inicio de la aplicación del plan de seguridad de Bagdad, mientras en Washington, el presidente estadounidense, George W. Bush, advirtó que la pacificación de la capital “llevará tiempo”.

Este plan da poderes ampliados a la policía y al ejército en Bagdad e incluye el cierre provisional de las fronteras terrestres con Irán y Siria.

“Hoy, el plan de seguridad para Bagdad se lleva a efecto”, declaró el primer ministro, mientras que Bush apuntó en conferencia de prensa que este plan “va a llevar tiempo y habrá violencia”.

La Casa Blanca, que se enfrenta a una oposición creciente a la presencia de tropas estadouindenses en Irak, aprobó el despliegue de 35.000 militares en Bagdad de aquí a mayo como parte del plan de seguridad, junto con 50.000 efectivos iraquíes.

El decreto para poner en marcha el plan de seguridad otorga amplios poderes al general iraquí Abud Gambar, que tendrá bajo su autoridad a la policía y al ejército en la región de Bagdad.

El teniente general precisó que en lo sucesivo las fuerzas bajo su mando pueden “detener, interrogar, revisar a los individuos en caso de necesidad”, en esta ciudad en la que extremistas sunitas y escuadrones de la muerte chiitas causaron miles de víctimas en 2006.

   También podrán “allanar toda propiedad privada” e “imponer restricciones a los movimientos de los vehículos, registrarlos e instalar puntos de control”, dijo, aunque dichas medidas existen ya en la capital.

   Por otra parte, todos los que ocupan ilegalmente las casas de personas desplazadas por la violencia religiosa dispondrán de dos semanas para abandonar el lugar, a partir de la instauración del decreto aplicando el plan de seguridad.

   En este sentido, Bush afirmó que “la cuestión fundamental es saber si podemos ayudar a este gobierno (iraquí) a disponer de servicios de seguridad suficientes para garantizar que se ponga fin a la limpieza étnica que ha habido en algunos barrios”.

   La puesta en marcha del plan es patente en la capital, donde se multiplicaron los puestos de control y los registros, a pesar de lo cual una ola de atentados que mató a más de cien personas desde el lunes.

   El plan para acabar con la violencia en Bagdad también conlleva el cierre temporal de las fronteras con Irán, a unos 120 km al este de Bagdad, y de Siria, a más de 500 km al noroeste, según un alto responsable de seguridad.

   Dos puestos fronterizos con Siria y cuatro pasos en la frontera con Irán volverán a abrir en las próximas 72 horas, precisó.

   Estados Unidos acusa a Irán de no impedir el suministro de armas a las milicias chiitas.

   A este respecto, el presidente Bush acusó abiertamente a una fuerza de los guardianes de la revolución iraníes de suministrar armas a “redes” en Irak, y precisó que no sabe si los dirigentes iraníes dieron las órdenes.

   Irak acusa por su parte a Siria de dejar pasar por su territorio al “50% de los terroristas que cometen atentados”.

   Estas medidas se tomaron mientras el portavoz del ejército estadounidense, el general William Caldwell, confirmó el miércoles informaciones de prensa según las cuales el jefe radical chiita iraquí Moqtada Sadr, cuya poderosa milicia está acusada por Estados Unidos de alimentar la violencia, se refugió en Irán.

   Esta afirmación fue negada por dos de sus colaboradores, entre ellos el líder de su grupo parlamentario, Nasser Al Rubaie, que recordó que el movimiento apoya el plan de seguridad.

 Matan 2 soldados EU

BAGDAD (AFP).- Dos soldados estadounidenses fueron muertos el martes y miércoles en Irak, informó el ejército estadounidense.

   El primero de ellos fue muerto al recibir impactos de balas en el norte de Bagdad, cuando su unidad se había desplegado para asegurar un sitio en el que una bomba artesanal había sido descubierta, declaró el ejército de Estados Unidos, que precisó que el soldado falleció ayer, miércoles, víctima de sus heridas.

   Un segundo uniformado murió este miércoles en Tikrit, el feudo del ex dictador iraquí Saddam Hussein, situado 180 km al norte de Bagdad, en momentos en los que el soldado no se encontraba en funciones, por lo que se procederá a una investigación, afirmó la misma fuente.

   Ambas muertes incrementaron la cifra de uniformados estadounidenses fallecidos en Irak, desde marzo de 2003, hasta los 3.118, de acuerdo a un recuento de la AFP a partir de datos del Pentágono.

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