A partir de este mayo 2022, la República Dominicana concluirá al fin, el Plan Estratégico Nacional de Salud (PLANDES). Hoja de ruta, bitácora de acciones, brújula social y agenda hacia donde se enrumbará la salud. Una salud determinada socialmente. Entendida como medio para lograr bienestar colectivo. Imaginada como fin y elemento sustantivo del desarrollo humano (Ley 42-01).
Entre todas y todos, finalizaremos esta herramienta concurrente y sostenible. Instrumento de gestión que transformará los niveles de salud colectiva, con proyectos sinérgicos y victorias rápidas de impacto. Programas a ser asumidos por profesionales satisfechos con su trabajo, dirigentes comunitarios batalladores; políticos opositores y de gobierno asertivos, y empresarios más responsables.
Salud como fin, medio y escenario del desarrollo. Desarrollo como libertad de utilizar capacidades, funcionalidades y habilidades para obtener calidad, felicidad y alegría de vida. Un estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente de ausencia de enfermedad.
PLANDES pautará el conjunto de intervenciones del sector. De presidencia y vicepresidencia de la República, gabinete y ministerio de salud como máximas autoridades. Desde los ministerios hasta los ayuntamientos y distritos. Pero igualmente, del movimiento de base organizado en juntas de vecinos; de técnicos de salud, movimiento de mujeres, universidades, iglesias y sector privado.
Le invitamos a leer: República Dominicana establece medidas contra gripe aviar
Además del diagnóstico sintético y la prospectiva, lo innovador del PLANDES, será construir los sueños comunes de la salud dominicana. “Mis sueños de salud”. Serán esas visiones-versos votados en redes sociales y urnas comunitarias donde los dominicanos, escribirán en tres líneas: ¿Qué es lo que más desean lograr a futuro, en la salud? Se empleará también el barómetro de gobernabilidad, que capte la percepción pública sobre decenas de organismos que enredan la gestión.
Al planificar salud, nos ocupa conocer el escenario tendencial. Visualizar el caos al que nos dirigimos, si seguimos haciendo más de lo mismo. Valoraremos el escenario óptimo. Resultado que combina gestiones reductoras de brechas y promotoras de acceso universal. Imagen utópica que fija el límite de la salud para el desarrollo, los servicios y programas para lograrla.
El teatro de operaciones decisivo será el “escenario planificado”. El que caracteriza “justo lo que debemos hacer”. Refiere lo que proponemos como proyectos incluibles en el presupuesto. La imagen realizable de inclusión, gobernabilidad.