Las grandes cañadas del Gran Santo Domingo, y de manera directa del Distrito Nacional, continúan vertiendo sus aguas residuales directamente a los ríos Isabela y Ozama, a pesar de la construcción de la Planta Depuradora de Aguas Residuales Mirador Norte La Zurza con una inversión de US$120 millones al final de la pasada gestión gubernamental.
De ahí que las cañadas sigan aportando la mayor carga de contaminación de los ríos mencionados, además del mayor peligro para miles de familias que habitan encima o en sus alrededores en temporadas de lluvias.
Germán Herrera, dirigente comunitario de La Zurza, afirma que a más de tres años de inaugurada esta planta no ha sido usada, ya que ni siquiera las tres grandes cañadas que atraviesan los barrios de ese sector y Capotillo han sido conectadas.
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Estas cañadas son:
La del Diablo, Los Dulceros y Tres Cruces, las principales receptoras de aguas residuales, incluyendo las del Mercado Nuevo. del hospital Francisco Moscoso Puello, y de más de 50 industrias ubicadas en la parte superior.
Lamenta que esa costosa planta no haya usada para solucionar uno solo de los graves problemas de contaminación que generan las cañadas, tanto del Distrito Nacional como de Santo Domingo Norte, a pesar de que ese proyecto se vendió como la panacea ambiental en estas demarcaciones.
En Santo Domingo Norte, ni siquiera el río Yaguasa, una cloaca de Villa Mella y Los Guarícanos, ha sido conectado a la planta, a pesar de que cruzan por encima de ese afluente.
Herrera exculpa a la actual gestión de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), ya que trabaja en el saneamiento de grandes cañadas, incluyendo el cubrimiento de Los Dulceros, Las Tres Cruces y la del Diablo.
La mejor muestra de contaminación lo confirman las pruebas de laboratorios que afirman que estos ríos están totalmente contaminados con la presencia del germen Vibrio cholerae.
El germen Vibrio cholerae produce el cólera, enfermedad bacteriana que afecta el tracto intestinal.
El caso más insólito reside en el barrio La Zurza, donde están ubicados los cárcamos de bombeo, pero que sin embargo, ninguna de las grandes cañadas de ese lugar han sido conectadas.
Francisco Reyes, presidente del Bloque de Organizaciones Comunitarias y Sociales Ozama e Isabela (BLOCOSAI) lamenta que las aguas de las cañadas sigan cayendo directamente al río Isabela, luego de recibir la descarga de heces fecales de cientos de viviendas y las empresas de la parte alta.