El 27-8-14, el Senado emitió una resolución mediante la cual declaró de alto interés nacional construir dos plantas de energía de carbón que producirán 769 megas, en Punta Catalina, provincia Peravia, y solucionar definitivamente la angustiante Noria de los apagones. Conforme edificó el economista Andy Dauhajre (El Caribe 25-8-14), la energía más barata es la térmica 20%, solar 25%, eólica 35%, la más cara geotérmica 92%, nuclear 90% y carbón 85%. Conversando bis a bis con el vicepresidente de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, en relación a la escogencia de carbón para construir las dos generadoras y no de gas, ilustró que a gas representaría construir un depósito a un costo superior a US$350 millones, un contrato con el constructor de 20 años y US$5 millones de garantía, eximidos por la opción de carbón. Hoy el 57% de las plantas de energía en RD usan fuel oil, el combustible más caro, a 0.25 centavos de dólar el kwh, parte de justificar la barbarie de un subsidio anual que ronda los US$1,500 millones, un 2.3% del PIB, un crimen de lesa patria que ameritaría cortar de cuajo, ya, no importan los costos políticos, ahora que aparentemente no hay reelección.

El 13-8-14 la presidenta de la Segunda Sala del Tribunal Superior Administrativo, magistrada Delfina de León Salazar, ordenó suspender licitación de las plantas de carbón adjudicadas por la CDEEE mediante concurso a Odebrecht Technical-Grupo Estrella, acogiendo una demanda del Consorcio Impe, CxA adujendo que el costo inicial fue de US$1,500 millones y saltó a US$2,400 millones.

El presidente Medina y el vicepresidente de CDEEE han denunciado un presunto boicot, sin identificar gestores, a construir las dos plantas, que tienen que construirse porque aunque no es la mejor opción, es la más factible.