Una mentira repetida mil veces se convierte en realidad”, dijo Joseph Goebbels. Y así ocurrió con las plantas, que desde que un sabio desconocido dijo que no se pueden colocar en las habitaciones, tienen vetada la entrada a este espacio del hogar.

Que se roban el oxígeno, que envenenan el aire hasta matarte… y cosas así se escuchan como argumento para justificar su ausencia en el cuarto de dormir, las cuales al final resultan ser puro mito.

Mentira universal. Este dato compartido de generación en generación no es más que una falacia, que nos priva de la hermosura y la vitalidad que dan las plantas a cualquier rincón.

El “cuento” dice que durante la noche las plantas producen una sustancia venenosa (dióxido de carbono) que puede robarnos la vida de forma silente mientras dormimos.

Verdad #1: no es para tanto. Es cierto que las plantas se alimentan de oxígeno durante la noche y despiden dióxido de carbono al respirar. Pero tampoco vaya a creer que puedan absorber tanto oxígeno como para dejarle sin aire. ¿O se olvidó de las veces que ha compartido habitación con otras personas sin que estas hayan aspirado todo el aire por sus narices?

Pensándolo bien, es una idea exagerada.

Verdad #2: pueden hacernos bien. Si de noche respiran oxígeno, de día hacen lo contrario, absorbiendo el dióxido de carbono del ambiente y despidiendo oxígeno, lo que sí ayuda a purificar el aire donde sea que haya una planta.

Verdad #3: no es bueno excederse. Ya dijimos que puede colocar plantas a la habitación, pero no se le ocurra ahora convertirla en una extensión de su jardín.

Las plantas, por el bien suyo y de ellas, deben estar en espacios ventilados, así que si piensa colocar alguna en la habitación, no se exceda en cantidades y ábrale las ventanas todos los días.

Y no se olvide de la luz. Colóquelas cerca de una ventana o sáquelas de vez en cuanto a darse un baño de sol.

Las más idóneas. Antes de comprar la planta debe considerar las características de su habitación para saber la que más le conviene.

Para habitaciones se recomiendan plantas suculentas como el cactus, las cuales también liberan oxígeno durante la noche. Si en su habitación no hay mucha luz le convendrían ejemplares como la sábila, o las del género alocasia.

Los bonsái y las drácenas (foto al centro) son también opciones muy vistosas y ornamentales.