Plantas  frutales… y   decorativas

Plantas  frutales… y   decorativas

Las plantas son elementos muy  utilizados para la decoración de espacios. Y aunque  mayormente su principal  atractivo está relacionado con las flores que  puedan ofrecer, eso no quiere decir que las que no tengan, no embellecen un lugar.

Pero no solamente las que no producen hermosas y olorosas flores sirven para resaltar un espacio, sino también las que producen frutos.

Estas, debido al contraste de colores que   reflejan, pueden llegar a  formar parte de la decoración, haciendo aun más llamativa una determinada área.

El color rojo de un tomate, el morado de una berenjena, y hasta el verde de  los molondrones, son detalles que contribuyen visualmente con el propósito de la decoración.

El lugar perfecto.  Las plantas frutales lucen muy bien en las terrazas y balcones, pues requieren de los rayos del sol para reproducirse. Y estando en un lugar seco (dentro de la casa), puede tenerse mayor control de la humedad, para evitar que los insectos les  afecten.

También existen otras plantas que  pueden usarse con un fin decorativo. Son los llamados cítricos ornamentales, que pueden ser: el naranjo amargo, el chinotto,  el  calamondín, entre otros.

Cuidado.  Seguro que estará pensando, que si son plantas frutales hay que dedicarle mucho más tiempo que las que no lo son. Y no es necesariamente así.

Tal y como explica el agrónomo Pedro de Jesús García, encargado del vivero del Jardín Botánico Nacional, estas, al igual que los demás tipos de plantas, requieren de un riego no más de dos veces por semanas.

“Pero también hay que tomar en cuenta el sustrato o tipo de tierra a utilizar”, señala García, y añade que es importante decidirse por una rica en materia orgánica y evitar el uso de abono químico.

“El propósito de las  plantas es proporcionar belleza, productos comestibles, pero además, ayudar a la protección del medio ambiente”, enfatiza el experto.

Usar lo natural. García recomienda que, en caso de  que las plagas invadan sus plantas, es posible hacer insecticida natural, macerando cebolla, ají picante y tabaco.

Estas plantas pueden conseguirse en los  viveros o en el Jardín Botánico. 

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