Una forma de elevar la calidad de los profesores con que cuenta el país es mediante la implementación de un sistema de certificación profesional de maestros, que  asegure que los docentes en ejercicio tienen las competencias requeridas por la sociedad.

El juicio es de la directora del departamento de Educación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm), doctora Amparo Fernández, quien consideró que las autoridades educativas pudieran primero acercarse a una agencia certificadora internacional, para luego proponerse crear una  propia.

Al plantear sus propuestas para impactar la calidad de los maestros, Fernández insistió en la necesidad de crear programas dirigidos a mejorar los aprendizajes de los estudiantes.

De igual forma, sugirió la definición de un perfil de egreso de la carrera, basado en una serie de competencias establecidas previamente y en las funciones y tareas de un buen maestro.

En ese aspecto, resaltó que el ministerio de Educación Superior trabaja en coordinación con las universidades en el rediseño de los programas del área.

Incentivos no son todo.  Al ser entrevistada por este diario, Fernández calificó de “sumamente importantes” los incentivos económicos a la labor docente, pero insistió en que el dinero no lo es todo.

  Dijo que hace unos años atrás los profesores se constituían en autoridades de sus pueblos y disfrutaban del respeto de los ciudadanos, condición que dijo los docentes necesitan retomar nueva vez.

Consideró que los  procesos sociales que desfavorecieron el respeto a la escuela, de la  función magisterial y las jornadas masivas de titulación que se desarrollaron en años anteriores, contribuyeron a la caída de la imagen de los docentes, así como la disminución en la  calidad de la formación de  maestros.

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Importancia

Dijo que las universidades  deben priorizar  en  sus programas  la carrera de Educación, dándole la atención que a otras áreas.