Plantea necesidad de un ente regulador de
la competencia

Plantea necesidad de un ente regulador de <BR>la competencia

POR MARIO MÉNDEZ 
Aunque la apertura del mercado dominicano ha reducido la sobreprotección de que gozan grupos económicos en el país, todavía en la República Dominicana hay barreras a la competencia que deben ser desmontadas en el mercado dominicano, revelan estudios a los cuales ha tenido acceso el periódico Hoy.

La reciente aprobación de las leyes de ordenamiento de mercado y de protección a los derechos no eliminarán esas barreras, porque hace falta una fuerte regulación en esta materia que obligue al cumplimiento de esas leyes y a impulsar las reformas estructurales que eleven los niveles de competencia en la economía dominicana.

Para llenar ese vacío hay quienes han propuesto la creación de una agencia de competencia, que no funcione como un organismo burocrático más, para que opere de manera transparente, como regulador fuerte, independiente, equidistante de los intereses particulares de las diferentes empresas que operan en el país.

Este tema había sido abordado en una presentación hecha por Ignacio de León con el auspicio de la representación local de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID),

En esa presentación se planteaba la necesidad de emprender una agenda de acción que identifique y desmonte las barreras legales que causan trabas o impedimentos a la competencia en el mercado; restricciones emprendidas por las empresas que tengan su fuente en dichas barreras; y otras restricciones fáciles de identificar, como carteles.

Igualmente, se plantea en dicha presentación la conveniencia de que la entidad tenga capacidad para normar y regular otros campos conexos con la competencia, de modo integral, como son propiedad intelectual, competencia desleal, normas y estándares técnicos y protección al consumidor.

Para que la Comisión de Competencia juego su rol, debe ser dotada de capacidad financiera autónoma del presupuesto nacional, y garantizar su presencia efectiva en la sociedad. Además, se considera necesario que se deslinde claramente las funciones de dicha entidad de competencia con aquellas a cargo de las autoridades de regulación económica en telecomunicaciones (Instituto Dominicano de Telecomunicaciones – INDOTEL) y electricidad (Superintendencia de Electricidad). “Este deslinde, sin embargo, no puede prescindir de la asesora técnica y consultiva que ha de efectuar la Comisión de Competencia en los temas de libre competencia y competencia desleal asociados con la regulación sectorial”, se observó.

Además, se ha planteado como una necesidad dotar a la entidad de competencia de autónoma funcional y financiera efectiva para emprender sus tareas, así como de las facultades legales necesarias para eliminar barreras legales y restricciones de mercado.

Para lograr la autónoma financiera, y una mejor integración de funciones de supervisión, se recomienda que el ingreso por concepto de registro de derechos de propiedad intelectual, como patentes y otros, se destine para atender los costos de funcionamiento de la Comisión de Defensa de la Competencia.

La constitución de la Comisión de Defensa de la Competencia implica pasos muy sencillos que no conllevarían la creación de nueva burocracia, sino la reorientación de los recursos ya existentes hacia la consolidación de un ente nuevo y especializado.

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