Hoy 
POR JUAN M. RAMIREZ
El hombre es quien debe ser educado para combatir la violencia intrafamiliar y de género, ya que es quien normalmente ejerce su fuerza contra la esposa y los hijos.
Así lo consideraron la diputada Yudelka de la Rosa e Irma Nicasio, asesora del Poder Ejecutivo en política de género, durante un acto contra la violencia de género en el Club Simón Bolívar, del barrio 24 de Abril, en esta capital.
En el acto, al que acudieron decenas de mujeres y hombres, la congresista aseguró que para combatir la violencia en el hogar es fundamental trabajar en la prevención, en la que el hombre juega un papel de primer orden.
Advirtió que si no se educa a la familia para que reine la paz en el hogar no habrá forma de disminuir la violencia, que en la mayoría de los casos se ejerce por ignorancia, celos, falta de recursos económicos, el ambiente, entre otras causas.
Explicó que el objetivo de reunir a las juntas de vecinos, clubes, escuelas, comités de ama de casa, es fortalecer el núcleo central de la sociedad, que es la familia dando importancia a los valores.
La mejor cura es la prevención, porque después que usted se enferma es muy difícil que pueda curarse, peor todavía si se trata de un cáncer que hace metástasis, como el de la violencia, señaló.
La jornada denominada º16 días de activismo contra la violencia hacia la mujer es un mandato de la Ley 4607, promulgada recientemente en la que establece que 16 días del año deben ser de educación y capacitación sobre el tema.
Dijo que existe una falsa percepción en la sociedad, de que la violencia es mayor en los barrios de la zona Norte de la capital, ya que los números demuestran que el índices de mujeres fallecidas por esa causa es menor.
Informó que de 143 mujeres que han sido víctimas menos de 20 corresponden a los sectores como Capotillo, Simón Bolívar, Las Cañitas, Gualey, Guachupita, entre otros cercanos.
En cambio, Irma Nicasio, manifestó que solamente con acciones preventivas será posible lograr que menos mujeres sean golpeadas por sus compañeros.
Consideró como error involucrar solamente a las mujeres en los programas de lucha y prevención contra la violencia, dejando a la libre al principal actor, que es el hombre.
Explicó que por su naturaleza y educación el hombre violento, por lo que requiere de mayor acciones para poder lograr que cambie de conducta.
