El secretario general de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) sugirió este martes un pacto salarial obrero-patronal preservado por el Estado mediante un límite a las ganancias de productores e intermediarios de bienes y servicios.

Gabriel del Río sugirió también extender el reajuste del salario mínimo percibido por apenas el 7% de la población económicamente activa a la mayoría de los trabajadores que son el 66% que percibe menos de diez mil pesos mensuales.

Agradeció en nombre de las tres centrales del país la instrucción del presidente Leonel Fernández de que sea convocado el Comité Nacional de Salarios, limitado legalmente al salario mínimo.

Ante la limitación legal, el sindicalista planteó la negociación con la patronal para evitar repetir las “discusiones estériles” ante una situación de “salarios miserables” que mantienen a la mayoría de los trabajadores en niveles de pobreza y a los jubilados con pensiones de apenas cinco mil doscientos pesos.

Entrevistado en el programa Propuesta Matinal, transmitido de 7:00 a 8:00 de la mañana por el canal 45, Del Río comentó que esa realidad está por encima de las estadísticas macroeconómicas que dan cuenta de crecimiento del producto interno bruto y de que a pesar de la crisis mundial el país mejora.

“Queremos que esa macroeconomía llegue un poco más, por lo que hay que cambiar el sistema salarial por ingresos que permitan (a los trabajadores) acercarse un poco al precio de la canasta familiar”, agregó.

Del Río refutó el argumento del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) de que el alza de salarios implica reducción de personal en que ninguna empresa privada tiene exceso de personal y el alegato de incrementos de costos es “para mantener los mismos beneficios”.

Ante tales situaciones consideró procedente una negociación que conduzca a fórmulas que impidan que el reajuste salarial se diluya, por lo que planteó que el Estado impida las alzas de precios subsiguientes.

“El Estado tiene que proteger socialmente al pobre, a los trabajadores, a los que producen las riquezas, buscar fórmulas, vías, pues para qué se quiere alza de salarios si al otro día (productores e intermediarios) aumentan un diez y un quince a los productos”, se quejó.

Para refutar el argumento neoliberal de que en la economía de libre mercado el Estado está atado, no puede fijar los precios establecidos por la oferta y la demanda, dijo que el propio Estados Unidos probó que sí se podía cuando la crisis financiera mundial que tuvo allí su origen.

Estimó necesario sincerar una situación en la que reconoció que todo productor busca ganancias y el Estado limitarlas como dijo ocurre en Estados Unidos y en Europa, que no se permite que el poder económico haga cuanto le da la gana.

Del Río anunció que las centrales obreras, acompañadas de economistas, determinarán en un seminario el nivel real de compra de los trabajadores para un equilibrio que saque al país de la pobreza.

Recordó que el 56 por ciento de los trabajadores dominicanos realizan actividades informales, “gente buscándosela” en las calles, y que esa búsqueda depende del salario de aquellos que realizan actividades formales, productivas.

“En fin, aspiramos en ese sentido a un diálogo para un acuerdo, pero con soluciones en base al poder adquisitivo, un acuerdo tripartito entre el Estado, el empleador y los trabajadores”.