#NiUnaAnibelMás fue el lema que motorizó hoy la movilización de decenas de personas frente a la Suprema Corte de Justicia en Santo Domingo, quienes a viva voz reclamaban un alto a la violencia contra la mujer.

Y es que la más reciente expresión de la violencia contra la mujer, la abogada Anibel González Ureña perdió la vida a manos de su pareja Yasmil Oscar Fernández, quien para algunas autoridades debió estar cumpliendo 30 años de prisión por primer intento de asesinato que ejecutó en contra de la hoy fallecida en el año 2017.

«Cero acuerdo con los agresores» fue coreado una y otra vez en el escenario del Centro de los Héroes, en alusión a un presunto arreglo que involucraría al Ministerio Público para dejar en libertad a quien a quien le quitó la vida a la profesional del derecho con quien procreó tres hijas, y luego tomó la decisión de suicidarse.

En el «plantón frente a la Suprema Corte de Justicia» se mezclaron hombres y mujeres pertenecientes a diferentes organizaciones que luchan contra ese flagelo, y unieron su esfuerzo con pancartas y otros objetos para que su voz sea escuchada.

Mientras que minutos más tarde, un «despavorido» hombre, a quien algunos manifestantes identificaron como el magistrado fiscal Pedro Núñez, quien habría formado parte del proceso en que salió libre el asesino de Anibel, salió raudo y veloz del edificio de la Suprema, acompañados de sendos seguridad que lo llevaron hasta una camioneta que posteriormente se marchó.

A su salida, no faltaron los improperios y expresiones de despectivas de los manifestantes, mientras que los cuestionamientos de medios de comunicación sobre la supuesta causa que originaron la libertad del feminicida-siucida, no inmutaron al hombre, quien en todo momento evadió.

«Ayuda pidió y el sistema le falló; cárcel, cárcel, a los jueces corruptos», fueron de los incesantes coros de las mujeres y hombres que ocuparon las aceras del perímetro frontal de la SCJ, donde también fueron colocadas decenas de velas encendidas que expresaban la conmoción y el dolor, no solo de la comunidad de San Pedro de Macorís, sino de todo el país por la muerte de la profesional.