Platón, Maslow y la política

Platón, Maslow y la política

Por  JOSÉ BATISTA
O Crecemos o morimos, pero la revancha es señal de un espíritu débil, de una personalidad paranoica y de una sociedad enferma

Platón, al inicio de la sociedad “Estado”, tal y como surge en Iona, Grecia,interpretando la realidad inconsciente de la naturaleza humana, propone lo que es el fundamento del gobierno humano: satisfacer las necesidades del individuo y las sociedades formadas por los mismos, en tres dimensiones:

* Necesidad fisiológica
* Necesidad de lujo
* Necesidad de conquista

Esta definición de Platón, luego vino a ser acuñada por Maslow para el diseño de los elementos de regulación emocional basado en proveer para los niveles de necesidades. Estas necesidades han sido los pilares para el desarrollo de la mercadotecnia comercial y política. Y ha determinado la acción hacia la regulación y la modificación del comportamiento humano a través del tiempo.

Es notorio el hecho de que en la actual sociedad de consumo, y pasando la prueba del tiempo, el postulado de Platón se sostiene, tanto en la mercadotecnia de consumo de bienes y servicios, como en el quehacer político que dirige a la gente a la masificación -indistintamente si es política o comercial-, exacerbado ahora por el concepto de mercado chino, de bajo precio, alto volumen, y la apariencia que llena el deseo de status.

Es importante señalar que este planteamiento de Platón abre la ventana para el análisis de la psicología de masa, e identifica con claridad el postulado maquiavélico de que el fin justifica los medios, y la consideración derivada de su enseñanza de que la política es el arte de alcanzar, mantenerse y evitar que los demás lleguen al poder. También viene a confirmar que las apetencias personales controlan la actividad primaria del ser humano en su lucha por satisfacer sus necesidades.

La psicología, al igual que la política, ha centrado su acción, en los factores:

Fisiológicos, como lo es el conductismo, que es el acondicionamiento del ser humano, y los estímulos basado en necesidades, que es en sí la herramienta publicitaria del populismo.

Relacional. El impacto en el ego de las relaciones y los deseos de status, reconocimiento, aprecio y estima. Esta es la mercadotecnia de la marca, o proceso de manipulación por medio de la creación de imagen, ampliamente utilizada en la política.

Realización. El impacto en el logro, hacerse rico a toda costa, el oportunismo. Ese maridaje tan cerca entre la política, la educación utilitaria, la psicología, y la mercadotecnia, ha venido a ser un arma de dos filos, pues el político ha sido un artista en el manejo de la manipulación de las necesidades, y en la actualidad los nuevos líderes basan sus discursos en representar esas necesidades inconscientes, que se manifiestan por la precariedad de logros, de igualar los status sociales y la necesidad de sobrevivencia en que coloca los cambios al ser humano.

En conclusión, estamos de regreso a la Polis, donde debemos repensar lo que el desarrollo interior puede hacer para el proceso político. De no haber un cambio notable, al igual que la rebeldía de la naturaleza por el curso de entropía que la inconsciencia del ser humano en su deseo de progreso ha propiciado, así también sucederá con la rabia de la gente, al ver que nada ha cambiado desde Platón. El ser humano se siente manipulado, y víctima de un juego de líderes falto de desarrollo, que han utilizado la plataforma política para realizarse, y utilizado la psicología comercial para subyugar los pueblos. El problema principal consiste en que el proyecto de liderazgo político ha sido uno de manipulación, ahora hace falta uno de desarrollo.

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