Estados Unidos, Florida.- Nuestro guía por esta pequeña isla de apenas 19.17 km² y unos 25 mil habitantes, fue Leonardo Hernández, hijo del periodista Leo Hernández, quien es aquí Oficial de Código Municipal.

Lee, como les llamamos, nos paseó por supermercados, restaurantes, playas, museos, galerías de arte (aquí la plástica tiene mucha presencia) y la exótica avenida Duval, la principal de la isla, más emocionante de noche que de día.

En la Duval se puede ver de todo, hasta un Spiderman tocando, por algunos dólares, guitarra en cualquier esquina. Exclusivos restaurantes, bares atestados de gente bailando al ritmo de resonantes guitarras electrónicas, mucho alcohol, centros nudistas, para cualquier sexo, en fin…

Eso sí, si lo que desea es apreciar la magnífica arquitectura de las casas de Key West lo ideal es hacerlo de día, ¡las hay impresionantes!, en su mayoría de estilo victoriano y teñidas de colores pasteles.

Antes de marcharse no se olvide de tomarse una fotografía en el Faro, el cual durante muchos años fue un lugar de vigilancia de la marina estadounidense hasta que, en 1969, lo cedieron como patrimonio del país y lo readaptaron como museo. Se dice que este es el punto más al sur de Estados Unidos.

Poder y literatura. Si usted es de los turistas que además de diversión disfruta del turismo cultural, Key West reguarda como un gran tesoro dos hermosas residencias: la del expresidente de Estados Unidos Harry S. Truman, y la del emblemático escritor Ernest Hemingway.

La de Truman, conocida también como Little White House, posee fotografías y muebles originales de la época. Truman residió en esta casa durante su mandato de 1945 a 1953. Esta hermosa residencia, de frondosos árboles en sus jardines, fue sede de su gabinete en eventos tan importantes como cuando se decidió en 1948 unir el Departamento de Defensa con el de Guerra y la Marina. Además, en 1961 también fue lugar de encuentro con John F. Kennedy y el primer ministro británico Harold Macmillan.

En tanto, la casa de Hemingway, ubicada en la calle Whitehead número 907, fue construida en 1851 y fue la primera vivienda donde el escritor residió con su esposa Pauline y sus dos hijos. Todos los muebles que se conservan son originales, muchos de estilo español.

Noches intensas

En la Plaza Mayor (Mallory Square) las noches, al igual que en la Duval, se viven a toda intensidad. Desde que se pone un pie en su piso adoquinado, el merengue  o la salsa, retumbante en los establecimientos comerciales, provoca  un cadencioso jamaqueo. Esta plataforma pública, engalanada  con la imagen hermosísima y en movimiento producto del suave oleaje del agua  de mar, se transforma,   al caer la noche,   en una especie de discoteca callejera, mezclada con un ambiente de  circo. Por un lado, una psíquica lee caracoles; por otro,  una pareja hace malabares con  fuego, otros saltan por una cuerda… y así, las imágenes pasan y se archivan en la memoria.