Plazoletas poco visitadas por el público

Plazoletas poco visitadas por el público

POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
Una de las plazoletas poco visitadas de la ciudad de Santo Domingo es La Trinitaria, situada entre las calles París, Josefa Brea y 27 de Febrero, construida en 1966 por el presidente Balaguer.

Este espacio, que actualmente luce abandonado, tiene una superficie de terreno cuyo laterales del frente forman una curva; además, es la única plazuela que en ambos lados tiene un elevado.

Su superficie está construida con una gran cantidad de placas de granito de color gris y blancuzco, las cuales forman dibujos de líneas curvas e intercaladas con verticales, horizontales, inclinadas y paralelas, entre las que también se pueden apreciar muchos triángulos.

También, lateralmente tiene pasillos con el mismo suelo de placas grises y blancuzcas, además de otros espacios de terrenos con árboles de laurel y almendra, entre otros.

Es la única de las plazas cuya forma es acutangular, con el vértice cortado, en el cual se observa una gran cantidad de terreno sembrado de gramas, canas y limoncillo, pero lo más curioso es que al lado de una mata hay un par de enormes y gruesos peñascos dejados allí a propósito como identificación decorativa natural. De Igual forma, más adelante se aprecian otros más pequeños.

La entrada está a espaldas de la calle Josefa Brea. Allí se aprecia una alta cima de concreto armado en forma pentagonal con una escalinata de granito. Arriba la superficie, en el medio, presenta tres elevados muros separados de forma triangular, cuyo grosor detrás es más ancho, los cuales simbolizan a los Padres de la Patria. En la parte de atrás aparece una pared que se prolonga hacia delante. A los lados se aprecian dos muros más, uno que tenía la tarja del Escudo Nacional, robado, (como también el rótulo), y en el otro todavía se encuentra la de la Bandera Dominicana.

Casi al llegar al centro de ésta aparece un altísimo poste de metal en forma pentagonal con base de concreto, en cuya parte superior hay varios faroles de luz eléctrica que están colocados de forma circular.

Plazoleta Jobo Bonito

También, en el complejo habitacional construido por el doctor Joaquín Balaguer en el decenio del 70, con el nombre de Jobo Bonito, están los inmuebles que fueron edificados arriba de sus grutas subterráneas, donde antaño estaba el otrora barrio del mismo nombre, y es allí, en la calle Peter Díaz, donde se aprecia una plazoleta con dicho nombre.

Es una pequeña plazuela también poco visitada, en cuya superficie cuadrada se puede ver que el vértice de cada esquina es curvado.

En ella se pueden observar varios espacios laterales de terreno sembrados, con árboles de almendras, laureles y álamos, los cuales están rodeados de un grueso muro que lo encierran.

Esta plaza también tiene su curiosidad. Allí, la entrada es por la calle Peter Díaz, donde hay un muro, el cual en esa parte es más alto que en el fondo, al haberse nivelado el suelo con el de la calle, debido a que está construido en una vía empinada.

Su piso es de concreto ligado con pequeñísimos callaos divididos por una hilera de ladrillos formando muchísimos cuadros, pero no tiene glorieta ni postes de luz, sólo en los laterales aparecen varios bancos de hormigón armado. Aunque detrás de la acera aparece uno de hierro.

Así mismo, podemos observar al lado de los bancos que hay jardineras sembradas con matas de flores y pequeñas palmas.

En realidad, la calle Peter Díaz es la única vía debido a que ésta da la vuelta completa a la plazoleta porque lo que prosigue a la derecha de una esquina es un corto callejón estrecho dividido centralmente por un doble muro que encierra matas de gramas y palos de la corriente eléctrica, el cual va a dar a la calle Santiago Rodríguez.

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