PLD 47%, PRD 42%

PLD 47%, PRD 42%

La última encuesta Gallup/Hoy, con una excepción, tan sólo trae noticias malas para el PLD y el gobierno de  Leonel Fernández.

Mientras en julio pasado un 58% pensaba que en el país había más corrupción que antes, en la encuesta de noviembre esa proporción subió a un 64%.  Mientras en julio un 66% pensaba que la corrupción estaba aumentando, esa proporción ahora ha subido a un 70% y mientras en julio un 48% pensaba que en el actual gobierno de Leonel Fernández hay más corrupción que en el de Hipólito Mejía, eso también subió, llegando a un 53%.  El hecho de que dos terceras partes de los votantes piense que la corrupción está en aumento habla muy mal del gobierno y de los seguidores del honesto Juan Bosch.

Es cierto que el país nunca  estuvo “blindado” y que, como el resto del mundo, está sufriendo las consecuencias de la recesión generalizada, pero que el 46% de la población adulta piense que a finales de este gobierno, en el 2012, la situación del país estará peor que ahora refleja un pesimismo desconcertante, a pesar del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).  Tan sólo un 20% piensa que la situación estará mejor dentro de 20 meses.

Midiendo el desempeño del gobierno del Presidente Fernández, se nota que  tan sólo en tres áreas es que la mitad, o más, de los encuestados percibe que el presidente está haciendo las cosas en forma buena o regular:  educación (68%), obras públicas (55%) y transporte público (54%).  Por el contrario, tan sólo un 23% cree que su actuación es buena, o regular,  en la creación de empleos, un 29% en su lucha contra la inflación, un 32% en atacar la delincuencia, un 35% en la generación de la electricidad, un 36% en la lucha contra el narcotráfico y apenas un 20% cree que actúa bien o regular en el control de la migración ilegal de haitianos.  En otros renglones la percepción de la gestión también es deficiente.

El público sigue viendo la inflación, los apagones, el desempleo y la delincuencia como los principales problemas del país.  La delincuencia pasó de cuarto lugar en julio a tercero en noviembre, algo muy preocupante.

Un 68%, más de dos terceras partes, estima que el gobierno administra el gasto público muy ineficientemente, o con un poco de eficiencia.  Tan sólo un 10% piensa que lo administra con eficiencia.

Si el encuestado tuviese la oportunidad de ser presidente, el  58% invertiría los fondos públicos en educación y salud y mucho menos de un 1% (un 0.03%) en el Metro.

En otras circunstancias se pensaría que con los resultados de esta encuesta la oposición ganará muchos asientos congresuales dentro de seis meses y las elecciones presidenciales en el 2012.  Pero, sorprendentemente, no es así.

Cuando se preguntó por los candidatos de cual partido votaría el encuestado, un 32.4% (32% en julio) dijo que votaría por candidatos del PLD, un 29% (31% en julio) votaría por candidatos del PRD y un 7% (5% en julio) votaría por candidatos reformistas. Un 32%, tanto en julio como en noviembre, declaró que, o no votaría, o no sabía todavía por quién votar.  Prorrateando, como debe hacerse, los indecisos y los que no votarán entre los tres  partidos el resultado arroja un 47.36% para el PLD, un 42% para el PRD y un 10.64% para los reformistas.  Si estos últimos, o parte de ellos, como es previsible, en primera vuelta deciden votar por el PLD, éste lograría el 50% necesario para ganar.

Los perredeístas deben hacerse la pregunta sobre porqué sacan sólo un 42% ante una percepción tan pesimista por parte de los votantes.  La respuesta tal vez sea que probablemente escogieron a un candidato presidencial demasiado ligado a los errores del gobierno de Hipólito Mejía, pero que tampoco han sabido articular una campaña de críticas y, sorprendentemente, se quedan callados ante los errores del gobierno. Luce que le saldrá bien caro.

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