PLD absolutista, PRD
inepto, PRSC rechoncho

PLD absolutista, PRD<BR>inepto, PRSC rechoncho

Ya escribí que el pueblo dominicano es pariguayo; aguanta golpes, justifica gobernantes, se ajusta a la austeridad, carga agua, instala inversores, siempre espera el maná, y cuando se cansa de esperar se va del país si encuentra visa para un sueño o una yola para navegar en aguas peligrosas.

El gobierno del PLD, con risitas de postalitas, ha arrancado al pueblo una millonada en varias reformas tributarias en los últimos años. Siempre dicen que ha sido para bien de la nación, y que no se atreva nadie a cuestionarlos, porque salen ipso facto los funcionarios respondones a defender la gestión, y con ellos, una legión de comunicadores que repiten un solo mensaje: hagan lo que diga el PLD, si no, son revoltosos, insensatos, irresponsables o manipulados. Toda queja queda así deslegitimada.

El absolutismo ilustrado o despotismo ilustrado viene de la monarquía europea, que en medio de las ideas renovadoras de la Ilustración, quiso utilizar la razón para seguir ejerciendo su dominio absolutista. Eventualmente los pueblos se dieron cuenta que la razón y el absolutismo combinado no era democrático y se rebelaron.

Ahora hay que aguantar otra reforma tributaria en nombre del supuesto bien que el PLD traerá al pueblo dominicano. Porque en su lógica absolutista, el dinero estará mejor administrado por el gobierno que en los bolsillos de la gente pobre y clase media.

El cuentito de que la presión fiscal dominicana es baja solo se lo creen el gobierno y sus representantes mediáticos, porque sucede que el cacareado crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) dominicano lo acaparan unos cuantos políticos y negociantes. El resto de  la sociedad ve sus bolsillos desfondarse aunque crezca el PIB.

Imaginen una familia donde el padre y la madre son maestros, devengan entre ambos un salario mensual de unos 40 mil pesos, y tienen dos hijos en escuela privada porque la pública no es buena. ¿Puede esa familia ahorrar para comprar un apartamento? ¿Puede esa familia comprar un carro, pagar seguro, placa y gasolina con los impuestos aumentados? ¿Pueden esos padres comparar libros? Con ese salario sólo cubren las necesidades básicas, no pueden ser clase media; y ojo, 40 mil pesos es un buen ingreso en la escala salarial dominicana.

El PRD es la ineptitud elevada a la raíz cuadrada. La lista de ejemplos llenaría no sólo esta columna sino también este periódico. El último episodio fue el discurso de Hipólito Mejía y Miguel Vargas sobre la reforma tributaria; ambos el mismo día en lugares distintos declarando que no la apoyaban. Divididos no convocan a la sociedad dominicana, no tienen impacto legislativo, ni tampoco hacen oposición real al gobierno.

El PRSC tiene una historia de espoliar al pueblo dominicano y se ha desgranado buscando cobija para que sus dirigentes sigan recibiendo beneficios del Estado. El PLD les hecha comida en un corral para tenerlos gordos y amansados. Contentos, los reformistas hacen lo que mande el jefe de la tribu y el jefe supremo. Mientras estén recibiendo altos sueldos, contratos y pensiones, son de gran utilidad política al PLD, que destinará parte de los impuestos cobrados para seguir manteniéndolos rechonchos y sin votos.

El absolutismo peledeísta descansa en su creencia de que son sabelotodo, y también, en la inepta y corrupta oposición que ha dejado el país a su disposición. Mientras predomine esta ecuación política, el PLD seguirá cobrando muchos impuestos y dilapidando recursos a costa del pueblo, hasta que algún día, no sé cuando, la angustia y la rabia desborde ese mismo pueblo abusado.

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