Por razones imperdonables e incomprensibles la dirección del Partido de la Liberación Dominicana ha decidido someter esa organización a la esfera de lo irrelevante, intrascendente, vano, fútil, insignificante y trivial, esto a pesar de poseer el poder transitoriamente delegado para modificar el curso de las principales problemáticas nacionales, que después de cuatro lustros de gobiernos del PLD aún persisten.

Movido por la profunda preocupación que produce el anterior estado de cosas descrito, muchos de los convocados a la asamblea del Comité Central del PLD el pasado sábado 22 de abril arribamos con expectativas que a juzgar por la postura asumida por la dirección de la organización pueden ser definidas como «utópicas». Tanto así, que se prefirió continuar con una agenda totalmente desvinculada a la agenda de la nación y desaprovechar la congregación de quienes dirigen los tres poderes del Estado, para así abordar los temas que realmente interesan al país, pero en el libreto de esa reunión brillaron por su ausencia. Dicho esto, es comprensible que por decisión de lo que desde ya se denomina el «ancien régime» del PLD, se nos impidiera presentar, bajo el debido proceso, las siguientes propuestas de modificación al reglamento sobre el funcionamiento del Comité Central:

Artículo Transitorio 1. El Comité Político cesa en sus funciones y se convoca para el mes de noviembre del corriente año a elecciones para los nuevos miembros, quienes serán electos de entre los actuales miembros del Comité Central.

Párrafo: El nuevo Comité Político será electo con la votación de toda la membresía y militancia del PLD.

Artículo Transitorio 2. Cesan en sus funciones el presidente, secretario general, secretario de organización y secretario de finanzas, quienes serán electos bajo el mismo procedimiento anterior.

Artículo Transitorio 3. El proceso electoral interno en cuestión será dirigido y administrado en todo el sentido de la palabra, por la Junta Central Electoral.

Contrario a esto, se optó por continuar por el camino de lo intranscendente.