Hoy 
UBI RIVAS
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), cumplió el 15 del presente mes el 31 aniversario de su fundación por el profesor Juan Bosch, eximio maestro de la política, la literatura (cuentística), la honradez y la decencia ciudadanas, y hoy es el partido político más fuerte, cohesionado, disciplinado, celebrando su onomástico en el poder. Es consecuencia de esa disciplina en gran manera la resultante de que el PLD ganara las elecciones de mayo 16 de este año con un 57%, como pronostiqué desde febrero de este año que así sería, con ese exacto guarismo.
A ese factor determinante se añade que el doctor Leonel Fernández es el político de mayor envergadura que dispone el país hoy, y en consecuencia, el que mayor confianza genera tanto en el país, como en Estados Unidos y los organismos multilaterales de financiamientos externos.
En el otro lado de la acera, de frente, se agarrotan el Partido Reformista Social Cristiano y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), tirándose de las greñas, lanzándose improperios los unos contra los otros, trenzados en grescas bizantinas inútiles y desfasadas, mientras el presidente Fernández diseña la estrategia correcta y eficaz para superar el desorden financiero que heredó del desastre que fue el gobierno del presidente Hipólito Mejía.
Ese desastre marcó entre otras referencias que el presidente Fernández dejó una deuda externa de US$3,200 millones y el presidente Mejía la elevó en US$7,300 millones más, para un total absoluto de US$10 mil millones, una barbaridad imperdonable, injustificable, un desorden nunca visto en 160 años de vida republicana.
El PRD, que hasta el reñidero electoral del 16 de mayo último era el partido político más grande del país, se diluye en la nada precipitadamente, porque el nefasto PPH no asiente en resignar un protagonismo huero, no obstante conducir al partido a una derrota humillante y la bases consultadas en una encuesta ordenada por el propio PRD, determina que es menester desplazar la cúpula culposa de la derrota con un 68% del resultado de esa medición.
En lo concerniente al PRSC hay una división profunda porque mientras el sector del ingeniero Eduardo Estrella trilló solo, por separado, la jalda arriba de vencer al PLD y al doctor Fernández, otro segmento aprovechó la coyuntura para trepar y medrar, dividiendo en consecuencia al PRSC y respaldando al PLD, instancia divisionista reprochable que empero, obedece al diseño trazado por el extinto líder doctor Joaquín Balaguer para que así aconteciera.
Esas obtusidades tanto del PRD como del PRSC vigorizan el propósito del presidente Fernández de normalizar y/o estabilizar la prima del dólar, factor determinante para el reposo y sosiego de la economía, hoy en un 28.75 x 1, recordándose que en 2000 la dejó a 16.42 x 1 y la recibió en agosto 16 a 55 x 1.
El presidente Fernández profundizará en 2005 Comer Primero con tarjetas a 250 mil familias pobres, vale decir a más de medio millón de dominicanos marginados, en una variante made in PLD del welfare made in USA que el presidente Fernández conoce perfecto porque hizo sus estudios de secundaria en la Gran Manzana y conoce el sistema.
También el presidente Fernández proyecta normalizar el servicio eléctrico con la adquisición de dos grandes plantas impulsadas por carbón mineral y profundizar el intercambio comercial con USA mediante el TLC.
Si sumamos el total de estos propósitos concretizados a mitad de mandato, cuando se efectuarán elecciones congresionales y municipales, el PLD la tendrá todas consigo, desplazando el hegemonismo congresional y sindical del PRD y asegurando una posición firme para las elecciones de 2008.
