PLD/FP y sus líderes en el punto más bajo

PLD/FP y sus líderes en el punto más bajo

De ocupar el punto más alto en la política dominicana por más de dos décadas, los principales líderes del PLD y FP se encuentran hoy en el punto más bajo. La estrella de Danilo comenzó a apagarse con los desaciertos cometidos en los últimos meses de su Gobierno.

Leonel, luego de su salida del PLD, en cierta medida mantuvo su aura de hombre político y de Estado de significativo calado. Pero al final, una realidad política que no pudo calibrar correctamente lo arrastra hacia el naufragio. Tan pronto como en mayo próximo, para ambos todo se habrá consumado.

Después de las elecciones del 2020, en el 2022, creció el mito de que el actual jefe del Ejecutivo no superaría una eventual segunda vuelta.

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Tanto creció que hasta algunos miembros de la presente mayoría se lo creyeron. En ese contexto, el PLD como la FP, asumieron la falsa conciencia de que, aliados, podrían forzar esa quimérica segunda vuelta. Danilo, pragmático confeso, presionado por las bases de su partido aceptó una alianza en la que en el fondo no creía, al igual que otros altos dirigentes de su partido. En la FP pasaba lo contrario. Leonel se creyó el mito y se “alebrecó”.

Pero los resultados de las municipales los despierta del sueño, de ahí la carta de Jaime David Fernández a Leonel conminándolo a que renuncie a su candidatura a la presidencia. Si fue inducida por el partido, o peor aún, si fue motu proprio, estaríamos ante un absurdo.

Cómo explicar que, a poco más de dos meses para unas elecciones presidenciales, un partido cuyo candidato tiene una intención de votos promedio en las encuestas de algo más del 10%, le pida a otro que sacrifique su candidato, que oscila en torno a un 25%, para que apoye el suyo en una eventual segunda vuelta para vencer a un tercero que sobrepasa el 55%.

Leonel dice que sus malos resultados se deben a una abstención provocada por el Gobierno, un pobre alegato que no se corresponde con su reconocido talento. Es la reacción de un político que, ante la evidencia de la llegada de un final inesperado y que no entiende, reacciona desconcertado.

Danilo y Leonel están recibiendo los resultados de sus apuestas: que las realizaciones materiales de sus Gobiernos, las canonjías a sus militantes, a sus allegados y a los poderes fácticos los mantendría en el poder “hasta el 2044”.

No entendieron que ningún poder es trascendente si no se basa en un proyecto de sociedad, en ideas. Del zenit (lo más alto) han caído en su nadir (al punto más bajo).

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