PLD: unas primarias pálidas

PLD: unas primarias pálidas

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) realiza sus primarias en un ambiente difícil. Primero, mucha gente muestra cansancio y descontento con el gobierno, y el paquetazo fiscal introducido en medio de la contienda desfavorece el entusiasmo.

Segundo, la no participación de Leonel Fernández ha dejado un vacío político por los ribetes personalistas que su liderazgo adquirió en los últimos años. Tercero, las encuestas muestran un desbalance en las precandidaturas, con Danilo Medina en la delantera, y los demás no han podido agruparse en torno a un aspirante competitivo. Cuarto, aunque la neutralidad del Presidente Fernández es positiva para la institucionalidad del PLD y de la democracia dominicana, su silencio deja por el momento la interrogante de si apostará o no a un triunfo peledeísta en las elecciones de 2012.

En los últimos 8 años, el PLD ha crecido significativamente. Durante la mayor parte de este período, las encuestas de opinión pública revelaron que era el partido de mayor simpatía en el electorado. Pero las elecciones de 2010 dejaron dudas sobre esta suposición, a pesar del triunfo peledeísta. De partido a partido, el PRD obtuvo más votos que el PLD en esas elecciones. Además, en el último año, las encuestas han mostrado mayor deterioro en la percepción de la ciudadanía sobre la gestión gubernamental.

La Gallup-Hoy de fines del mes de abril reveló que 59% de la población desaprueba la gestión de Leonel Fernández, y la percepción de que las cosas van mal en el país subió a más de 80%. La Penn, Schoen&Berland del mes de mayo mostró que 61% de la población está insatisfecha con la labor del gobierno, y 76% considera que las cosas en el país van en dirección equivocada.

El paquetazo fiscal, aunque en general no afecta a los sectores más pobres, sí afecta la clase media, que es el principal sostén de la vitalidad económica del país, y por ende, de las finanzas públicas. Si la clase media consume menos, el Estado genera menos ingresos vía impuestos.

Mientras el PLD no tenga un candidato oficial es difícil evaluar con precisión las preferencias del electorado. Pero también sucede que la vitalidad electoral del PLD dependerá en gran medida del involucramiento del Presidente Fernández en la campaña por la Presidencia de la República. Esto, paradójicamente, a pesar del desgaste del gobierno. La razón fundamental es que el PLD necesita la alianza con los partidos minoritarios para ganar en el 2012, y Fernández articula esos grupos.

En cuanto a las precandidaturas del PLD, la dispersión de los aspirantes es otro factor que ha debilitado el entusiasmo en las primarias. Con un candidato puntero como es el caso de Danilo Medina, las opciones para los demás precandidatos son: renunciar para acelerar la conclusión de las primarias, o que se unan en torno a una figura que pueda enfrentar eficazmente al puntero. Algunos precandidatos han declinado, pero quedan cuatro en la contienda. Esa dispersión diluye las posibilidades de los desventajados y quita emoción al proceso.

A Leonel Fernández, como tal, no le conviene que el PLD gane en el 2012. Es difícil sostener un partido en el poder tanto tiempo y él deseará volver en el 2016. La interrogante permanece entonces de si luchará con entusiasmo por el triunfo de su partido, aunque el agraciado de una eventual victoria del PLD sea otro.

Por el momento, si Fernández como presidente del partido no inyecta dinamismo a las primarias motivando la participación masiva de la militancia, la contienda permanecerá pálida.

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