El Partido de la Liberación Dominicana puede exhibir grandes logros alcanzados por sus distintos gobiernos, aunque son inocultables también sus sombras. En el caso particular de la actual administración que encabeza el presidente Danilo Medina, las luces han opacado las sombras de tal manera que salvan a esa organización del rechazo del electorado dominicano, pues de cara a las elecciones generales del año 2016 se mostrará como carta de presentación una gestión de Gobierno más acorde con las expectativas del pueblo.
Cada acción trae consigo una reacción establecía Newton en una de sus leyes físicas. Es así como al conocer sobre el Gobierno que privatizó las empresas públicas, las presentes y futuras generaciones, sabrán que fue el PLD la institución política que lo hizo desde el Gobierno; lo mismo dirán de los contratos de concesión con Barrick Gold, Aerodom, los peajes, AC-30, compra de los aviones Súper Tucanos, entre otros.
Pero también conocerán quienes nos sucedan generacionalmente, que ha sido el mismo PLD la institución política que recuperó el oro dominicano, así como la mayoría de los peajes. Del mismo modo se deberá hablar de logros tales como la erradicación del analfabetismo, establecimiento de la tanda extendida en la educación pública, implementación de mecanismos transparentes para la adjudicación de obras del Estado, permisos de importación, etc.
Permitir la explotación de Loma Miranda sería una mancha inocultable e imborrable para el actual Gobierno del PLD, poseedor de luces que enorgullecen la nación y levantan la honra de quienes asumen el pensamiento de Bosch como norma de conducta política.
El tema de Loma Miranda ya no es tan sólo de corte técnico, ha pasado a ser ahora un asunto de decisión política, del cual no puede continuar ajeno el Comité Político del PLD, su Comité Central, los Comités Provinciales, ni sus pre-candidatos presidenciales, pues no debe cargar esa organización con una culpa eterna que el pueblo dominicano nunca olvidará ni perdonará.