Como solo ocurría hasta hoy cada dos años y que luego será cada cuatro, miles de dominicanos lograron ayer viajar a su pueblo de origen, en zonas recónditas, con los pasajes pagados por políticos que le pedían una simpleza: que votaran por ellos.
Candidatos de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD) fueron los principales en disputarse los pasajeros en las terminales de autobuses, a los que les ofertaban boletos en guaguas y un aporte en efectivo, que iba desde 200 hasta mil pesos.
Coordinadores de estos dos partidos y de agrupaciones con representación nacional, se ponían de acuerdo con los choferes y cobradores de sindicatos en las paradas de vehículos, para sacar a la mayor cantidad de personas concertadas previamente.
Dirigentes de los partidos, identificados con carnés, se apuraban en llamar por teléfono a los ciudadanos de los pueblos que les correspondía trasladar.
Bajo el anonimato, explicaron que la jornada iniciada ayer y que continuará hoy, es el resultado de meses de labor con los enlaces en los pueblos y la capital.
Mira, lo que haces es llamar a la gente para que venga a la parada, de acuerdo con la lista que tenemos, dijo uno de la docena de coordinadores que preparaba la salida de los autobuses que por el PRD viajaban hacia El Cercado.
A las 2:30 de la tarde, habían despachado 28 de 50 autobuses contratados para esa localidad sureña, sin contar las que tenían destino hacia Hondo Valle, San Juan, Elías Piña, Las Matas de Farfán, entre otras.
Mientras que los organizadores a cargo del PLD para Hondo Valle, en Elías Piña, confirmaron la salida de 12 autobuses y minibuses antes de las 3:00 de la tarde, sin el dato real de la cantidad de unidades que el partido tenía previstas el Sur del país.
Abarrotan estaciones. Los partidos movilizaron tanta gente en las terminales de autobuses, que en puntos de la avenida Duarte y el kilómetro nueve de la autopista Duarte, daba la impresión de un éxodo de vacacionistas en feriado de Semana Santa o Navidad.
Las claves
1. Políticos morosos
Inspectores de grandes empresas del transporte interurbano hacia y desde Higüey, La Romana y Santiago rehusaron trabajar con políticos, porque no saldaron las deuda contraídas en las elecciones del año 2008. Pagaron tarde y los que perdieron no los volvieron a ver.
2. Deber: mostrar afiches
Los candidatos que solventaron los pasajes de votantes de escasos recursos, exigieron a los choferes desplegar sus afiches en los autobuses y tener reserva para reponer los que perdían en el trayecto.
3. RD$350 para Bánica
Varios aspirantes a regidores y diputados por este municipio alquilaron minibuses para los electores de comunidad de Elías Piña, con el compromiso de retornarlos a la capital de hoy a mañana.
Aprovecharon el voto de los ingenuos
Mujeres que trabajan en el servicio doméstico de casas de familia, en salones de belleza, desempleadas y estudiantes mantenidas por su familia, fueron las primeras en decir presentes al llamado de candidatos a una senaduría, diputación, sindicatura y regiduría.
Por el lado de los hombres, se vieron tentados a viajar en asientos pagados por políticos trabajadores del sector informal (chiriperos) y jornaleros, como José Alcántara, quien no lo pensó dos veces para ir a San Juan a ver a su madre, con el pretexto de que votará, ya que lo que gana se lo consumen sus cinco hijos.
Predilenia Medina Morfa, de 19 años de edad, corría a la parada de vehículos, cargando su maleta roja, para que no la dejara la guagua que le prometió un viaje a Paraíso, Barahona. Aseguraba, a viva voz, que votaría por el partido que sigue su familia. De inmediato, con finas atenciones, el promotor de un partido le cubrió los hombros con un brazo, para dirigirla al autobus.
En tanto, frente a la puerta Este del Estadio Olímpico Félix Sánchez, Raquel Díaz, de 18 años, se disponía para entrar al expreso que le llevaría a Restauración, para votar por el candidato a síndico, a quien no conoce ni siquiera por el nombre.
Dijo que salió de su localidad hace un año. Se instaló en caso de una tía, en Maquiteria, Santo Domingo Este, para estudiar, y ayer viajaba con 50 pesos en los bolsillos.