Plegarias por César Medina

Plegarias por César Medina

Ubi Rivas.

Quedé perplejo al enterarme del serio quebranto de salud de mi viejo amigo César Medina, desde los tiempos del vespertino Ultima Hora en los años 1971-74, y con quien como los canguros, por su rol diplomático, he sostenido periódicos gratos intercambios.
Trabajador incansable y ejemplo de superación en el rol de comunicador, credenciales que nadie puede con razón y equidad restarle a César, porque caería en enanismos e inequidad que descalificarían al contradictor.
Cubriendo la fuente noticiosa de la Policía en 1971 por Ultima Hora y disposición de su director, Virgilio Alcántara, César llegaba sudoroso y desgreñado, al filo de cerrarse la edición, y junto a Gregorio García Castro, jefe de Redacción, me decía bajito, sonriendo:
“Observa la impaciencia y rapidez de César escribiendo esa nota, que es casi seguro será el titular de esta tarde del periódico”. Y así acontecía en la mayoría de las veces.
César incursionó en la radio, dirigiendo noticieros, como articulista de Hoy, productor de programas de televisión, y posterior, hasta estos días, como diplomático, embajador en Chile, España, Panamá, y ahora vicecanciller de la República, aportando al canciller Miguel Vargas el acervo de sus experiencias.
Asistía al canciller Vargas en los escenarios internacionales, conforme apreciábamos en las fotos, detrás del canciller, hasta la infausta noticia de su quebranto de cáncer de hígado, que sin ser médico, en vez de quimioterapia, que no resuelve el mal, pienso que lo apropiado es un trasplante del órgano.
César es atendido en el Presbiterian de Nueva York, acompañado por sus hijos, y en lo emocional, por quienes lo valoramos como un gran ser humano, superado profesionalmente, un formado periodista, solidario con sus amigos, que elevamos plegarias a Jehová por la pronta y total recuperación de su preciada salud.

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