Pleito Raúl Mondesí con Mario Guerrero data de 1998

Pleito Raúl Mondesí con Mario Guerrero data de 1998

La litis judicial por la que atraviesa el jugador de Grandes Ligas, Raúl Mondesí, con el ex pelotero profesional y entrenador Mario Guerrero, por alegado trabajo realizado y no pagado, se inició en el año 1998 en el tribunal laboral.

La relación amistosa entre Mondesí y Guerrero, según consta en el expediente, surgió a finales de la década del 80.

Guerrero, según afirmó, realizó un acuerdo verbal con Mondesí para enseñarle a mejorar las técnicas de jugar béisbol, que le permitieran llegar a las Grandes Ligas a cambio del pago de 1% de su salario bruto por cada temporada que juegue en el béisbol organizado de los Estados Unidos.

El acuerdo, según Guerrero, comprendía también enseñanzas extras año tras año cuando Mondesí regresaba de los Estados Unidos, sobre prácticas de bateo y corrección de errores.

Desde el 1998 a la actualidad el caso ha pasado por la Suprema Corte, Tribunal Laboral, Décima Cámara Penal del Distrito Nacional, Tercera Sala de la Cámara Civil y Comercial y la Cámara Civil de la Corte de Apelación del Distrito Nacional.

La decisión en favor de Guerrero fue dada en la Tercera Sala Civil y Comercial el 7 de noviembre del 2003, la cual fue apelada de inmediato y se encuentra pendiente fallo en la Corte de Apelación Civil y Comercial.

No obstante, previo a esta decisión el Tribunal Laboral, la Suprema y la Décima Cámara Penal rechazaron por diferentes razones la demanda incoada por Guerrero.

No obstante, tanto el tribunal de trabajo como la Suprema Corte reconocieron la existencia de un acuerdo verbal de prestaciones de servicios entre Guerrero y Mondesí.

El Tribunal Laboral rechazó la demanda debido a que cuando se hizo el convenio las partes no sabían cuales serían sus ganancias esenciales, es decir, que se trata de un acuerdo aleatorio y que además el salario que debe recibir el trabajador nunca puede depender del azar.

En esa ocasión, la Corte de Apelación de Trabajo afirma en su sentencia, que entre Guerrero y Mondesí existe un acuerdo o convenio de trabajo de prestar servicios, «pero que el mismo no presenta las características o exigencias necesarias para que el acuerdo califique como contrato de trabajo del tipo laboral definido por el artículo uno del Código de Trabajo».

Cuando el caso llega a la Suprema Corte y es revisada por los magistrados en casación no se objetó ninguno de los motivos y consideraciones expuestos en el cuerpo de la sentencia.

En materia penal el caso fue declarado prescrito porque habían pasado once años desde que el trabajo fue realizado.

[b]ACOGE PEDIDO[/b]

La jurisdicción civil acogió el pedimento de Guerrero luego de establecer que el acuerdo con Mondesí se había cumplido, puesto que empezó a jugar en Grandes Ligas desde el año 1992, lo que convirtió el contrato aleatorio intervenido entre las partes, en un contrato conmutativo generador de obligaciones para la parte que tenía pendiente la condición.

La sentencia de la decisión de la magistrada Pilar Jiménez Ortiz establece además que Mondesí deberá pagar un Interés de 1% mensual a partir de la demanda en justicia.

[b]CRONOLOGIA[/b]

En el año 1998 el caso Guerrero-Mondesí llegó a la jurisdicción laboral, donde es rechazada la demanda en pago de prestaciones laborales mediante acuerdo verbal.

La demanda fue rechazada en la Quinta Sala de Juzgado de trabajo del Distrito Nacional, debido a que no existía tal contrato y que en consecuencia debían acudir a la jurisdicción civil.

Al mismo tiempo, Guerrero y sus abogados, presentaron una querella por ante la Décima Cámara Penal del Distrito Nacional por trabajo realizado y no pagado, lo cual fue declarada prescrita por haber pasado once años.

Esta decisión fue apelada, pero posteriormente Guerrero desistió de la misma para pasar a la materia civil.

Luego en el año 2002 se recurre a la corte de Apelación Laboral y la Sala número dos confirma la sentencia, dejando establecido que era un contrato civil, y además la existencia del acuerdo.

Ante esta segunda negativa, Guerrero y sus abogados recurren ante el máximo tribunal, donde se confirma la sentencia del tribunal de segundo grado laboral, con lo cual quedó fuera de discusión la existencia del contrato de naturaleza civil.

Ante este tercer fallo, los abogados demandan por la vía civil ante la Tercera Sala Civil del Distrito Nacional, donde la magistrada Pilar Ortiz acoge como buenas y válidas las pretensiones de Guerrero y condenó a Mondesí a pagarle la suma de US$640,000 más el 1% de interés mensual.

La motivación de la sentencia dice que quedó establecido ante la Corte la existencia de un acuerdo entre las partes, cuya ejecución dependía de sucesos, asunto que además de ser cosa juzgada no ha sido negada por el demandado.

Luego de este fallo los abogados de Mondesí apelaron a la Corte Civil, alegando falta de derecho en la sentencia.

En la actualidad ambas partes están a la espera de la decisión de los jueces de apelación en materia civil.

Durante la pasada audiencia, los abogados de Guerrero pidieron la nulidad del recurso de apelación, bajo la alegato de que había sido presentado de manera irregular, debido a que carece de firma y sello del alguacil y de establecer de manera clara a quien se le notificó.

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