La policía agredió ayer al grupo de peregrinos de El Seibo que marchaba hacia el Palacio Nacional, hiriendo y golpeando a varios de ellos, incluyendo religiosas, a las que arrebataron las cámaras con las que grababan la marcha, lazándole bombas lacrimógenas y propinándole empellones.
El grupo marchaba desde el Parque Enriquillo, situado en la avenida Duarte de esta capital, rumbo a la Casa de Gobierno portando pancartas y lanzando consignas alusivas a sus reclamos de que les devuelvan las tierras de las que fueron desalojados.
“Nosotros lo que queremos es ¡tierra!” decían mientras avanzaban hacia una meta que los miembros de la Policía les impidió llegar.
El pastor Silvio Molina, vocero de la Asociación de Productores Agropecuarios Mamá Tingó, deploró el ataque de que fueron objeto de parte de quienes entienden debían protegerlos e imponer el orden, no agredirlos.
“Nosotros creíamos que en este país había libertad, que había democracia y que por lo menos a la parte eclesiástica se iba a respetar; pero aquí ha habido abusos donde han arrastrado a estas monjas, le han arrebatado sus cámaras y las han golpeado como lo han hecho con esos heridos, y siguen lanzando bombas”, dijo el religioso mientras curaban a uno de los heridos en la cabeza.
Desde tempranas horas de la mañana en los alrededores del Palacio Presidencial habían apostados alrededor de una decena de policías; otros en grupos de tres y cuatro estaban en varias esquinas de la avenida Bolívar, por donde los peregrinos pensaban desfilar; mientras que en el parque habían apostadas dos unidades.
“A nosotros nos vigilan y nos infiltran calieses como si nosotros fuéramos delincuentes, mientras los puntos de drogas que ellos saben dónde están, los dejan actuar a su libre albedrío”, dijo el pastor Molina.
Informó que volvían al Palacio porque se sienten engañados, ya que las autoridades designadas para resolverles el problema de las 20,000 tareas que reclaman como suyas, se han confabulado con el cubano Pedro Guillermo Barona, quien las ocupa.
Dijo que se mantendrán en pie de lucha hasta lo lograr que les devuelvan las tierras que ocupan desde el año 1975.
La promesa
Se recuerda que el 5 de noviembre en curso una comisión de estos reclamantes fueron recibidos por el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, luego de pernoctar a la intemperie y en condiciones deplorables durante una semana frente al Palacio Nacional. Se designó una comisión que se encargaría de resolver el conflicto entre los reclamantes y el cubano Pedro Guillermo Barona, quien detenta las tierras de donde ellos afirman fueron desalojados ilegalmente. El pasado martes dicha comisión se trasladó a hacer las mediciones de la tierra a Vicentillo, La Culebra, El Seybo, pero el trabajo se suspendió porque Varona no acudió al lugar, pese a que fue citado ni tampoco ha sido localizado.