Fueron acorralados: Dos hermanos perseguidos por el caso se encerraron en una habitación y se suicidaron, al verse acorrralados, dijeron las autoridades. Junto a sus cuerpos  fueron hallados más de 13 millones de pesos. Previamente, y al cometer el asalto, los hermanos Crispín Mateo habían dado muerte a dos guardianes de la compañía Group & Security para apoderarse del dinero.

POR DIEGO PESQUEIRA
La Policía Nacional recuperó la madrugada de ayer más de 16 millones de pesos que habían sido robados de un camión de la compañía Group & Security Corp el pasado jueves, en una acción en la que resultaron muertos dos empleados de la empresa de transporte de valores y cuyos autores presuntamente se suicidaron.

El camión fue dejado abandonado en el kilómetro 17 de la autopista Duarte con RD$1,341,994.00 en efectivo y RD$812,426.70 en cheques.

Como autores del robo y doble asesinato fueron señalados los hermanos Federico Crispín Mateo, de 25 años de edad, vigilante de Group & Secury Corp, y Franklin Crispín Mateo, de 34, quienes se suicidaron al verse acorralados por la Policía en un cuarto de la pensión Cleotilde, ubicada en la calle Sánchez del barrio El Semillero, municipio Ranchito de La Vega.

Los hermanos Crispín Mateo, según estableció la Policía, habían asesinado con armas de fuego a Félix Antonio Astacio y Cándido Santo de los Santos, empleados de la citada compañía.

El camión blindado había salido de la empresa Group & Security Corp a las 8:10 de la mañana del jueves, con Santos de los Santos.

También viajaban Astacio Camilo y Crispín Mateo, para un recorrido de rutina por las empresas Induveca, Frito Lay y E. León Jimenes.

La ausencia del camión fue notada a las 11:00 de la noche tras lo cual se inició la búsqueda del aparato y del vigilante Crispín Mateo, que estaba desaparecido.

En la habitación donde los hermanos se suicidaron, la Policía recuperó 13 millones 843 mil 800 pesos en efectivo, del dinero robado, una funda conteniendo una gran cantidad de monedas, y varios documentos personales.

En torno al caso, el jefe policial, mayor general Bernardo Santana Páez, dijo que la ubicación de los hermanos Crispín Mateo se logró como fruto de una operación de seguimiento por varias zonas de Bonao y La Vega.

Manifestó que tras cercar en la pensión Cleotilde a los hermanos, los agentes policiales le solicitaron entregarse sin ejercer violencia, lo cual no accedieron y contrario esto optaron por suicidarse, conforme lo estableció el médico legista actuante.

Como resultado de la investigación, explicó, se estableció que Astacio Camilo y Santos de los Santos, ambos asesinados, salieron a las 8:10 de la mañana del 23-11-2006 de la citada empresa en compañía del vigilante Crispín Mateo, a realizar un recorrido de rutina por las empresas Induveca, Frito Lay y E. León Jiménez, notándose alrededor de las 11:00 de la noche la ausencia de dicho vehículo.

Tan pronto se conoció el caso, oficiales investigadores se trasladaron en horas de la noche del 24-11-2006 a la calle Paseo de Los Santos, número 9, de la ciudad de Bonao, lugar donde reside Juana Vásquez Frías (Anny), de 27 años, quien al ser cuestionada en torno al robo manifestó que aproximadamente a las 11:59 horas del día 23-11-2006, se presentaron a su residencia con la ropa ensangrentada y varios bultos, los hermanos Crispín Mateo, siendo recibidos en la puerta por su padre  Virgilio Vásquez Sosa, de 71 años.

Vásquez Frías informó a los investigadores que los hermanos, le manifestaron haber cometido un robo, procediendo a contar el efectivo e incinerar la ropa y los bultos originales que contenían el dinero.

Posteriormente, agrego, los asaltantes se trasladaron a la pensión Cleotilde, donde fueron ubicados.

Aproximadamente a la una de la madrugada de ayer, precisó Santana Páez, se escucharon dos detonaciones provenientes de la habitación donde se encontraban atrincherados los hermanos Crispín Mateo, procediendo los agentes actuante a penetrar a la misma, observando los cadáveres.

El médico legista actuante, doctor Susana, determinó que Franklin y Federico Crispín Mateo, resultaron muertos por herida de bala, que presumiblemente se las ocasionaron ellos mismos con fines suicidas, al dispararse con los revólveres marcas Taurus calibre 38, No. TG823016 y Jaguar calibre 38, No. 130324, los cuales fueron encontrados en la escena.

Los cadáveres de los hermanos Crispín Mateo fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Santiago, para los correspondientes.