Con la intención de mejorar la seguridad ciudadana, la jefatura de la Policía Nacional dispuso ayer el traslado de una parte de su dotación de Moca, donde eran frecuentes las denuncias de que agentes protegían el crimen organizado y el narcotráfico, lo que, según los ciudadanos de la provincia, ha provocado el incremento de esos delitos.
La información la ofreció ayer el jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, en el marco de un encuentro para el fortalecimiento del programa Barrio Seguro. Allí estuvo acompañado por el procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña.
Guzmán Fermín dispuso el traslado de 27 de los policías que estaban de servicio, incluyendo al comandante crímenes y delitos de la propiedad, y asignó a otros 70 agentes, 60 de los cuales son de la policía comunitaria.
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Para la seguridad
Los agentes de Moca contarán ahora con diez carros, 24 radios de comunicación, 14 motocicletas, 60 chalecos antibalas, 20 chalecos refractivos y 60 macanas.
¿Por qué?
Guzmán Fermín dijo que todo esto obedece a los resultados de una investigación de la Policía durante 15 días sobre las necesidades de la provincia Espaillat.