El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estableció que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por la minera Xstrata Nickel Falcondo para la explotación de Loma Miranda contiene una serie de deficiencias por las que no responde a las exigencias ambientales y sociales y, por ende, de desarrollo sostenible del país.
Entre las principales fallas del EIA están que solo registró cuatro manantiales en la zona de Miranda, mientras que los técnicos contratados por el PNUD encontraron más de 40. También que el estudio no hizo una valoración de los posibles impactos que podría causar la actividad minera tanto en el área del proyecto como en su zona de influencia, sobre todo, en la producción de agua, los servicios ecosistémicos y a las comunidades cercanas.
En los aspectos hidrológicos se determinó que el estudio es incompleto y superficial, pues además de registrar pocos cursos hídricos, no tomó en cuenta la demanda y la contaminación de agua en la población a sabiendas de que se trata de un proyecto que duraría 20 años en explotación. También faltó un análisis de los impactos a los ríos de la zona y por ende, su mitigación. Tampoco se valoraron los servicios ambientales.