Al cierre de su primera fase, el Programa de Recuperación Socioeconómica Inclusiva logró impactar a más de 300 actores de la cadena productiva, emprendedores, propietarios y propietarias de pequeños negocios pertenecientes a poblaciones en condición de vulnerabilidad para garantizar que no se queden atrás en el proceso de recuperación económica ante la crisis causada por la COVID-19.
A través del programa, los participantes recibieron herramientas y acompañamiento para reestructurar sus modelos de negocios en materia de digitalización, recaudación de fondos, estrategias de mercadeo y desarrollo de emprendimientos.
La iniciativa cuenta con el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), el Fondo para Iniciativas Locales de la Embajada de Canadá; y es implementada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes.
Entre las actividades, se realizaron diferentes encuentros virtuales en los que más de 80 personas pudieron obtener capacidades para reestructurar sus modelos de negocios y adaptarlos a la situación pospandemia.
También se llevó a cabo un panel de Reclutamiento Inclusivo y Digitalización del Trabajo que benefició decenas de empresas.