Población envejeciente y Seguridad Social

Población envejeciente y Seguridad Social

Elia Durán

Se considera persona envejeciente a toda persona mayor de sesenta y cinco años de edad, o de menos, que debido al proceso de envejecimiento, experimente cambios progresivos desde el punto de vista psicológico, biológico, social y material (Ley 352-98sobre Protección de la Persona Envejeciente).

Según la Organización Mundial de Salud (OMS), las personas de 60 a 74 años son consideradas de edad avanzada; de 75 a 90 viejas o ancianas, y las que sobrepasan los 90 se les denomina grandes viejos o grandes longevos. A todo individuo mayor de 60 años se le llamará de forma indistinta persona de la tercera edad.

El aumento de la esperanza de vida y la disminución de la tasa de fecundidad ha generado un aumento de la proporción de personas de la tercera edad en casi todos los países.

Datos demográficos del informe Panorama del envejecimiento en América Latina y el Caribe, publicado en enero pasado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),  muestran indicadores preocupantes proyectados al 2050:

  • La población mayor de 60 años se duplicará; la mayor de 80 años aumentará en un 32%.
  • La población que tendrá dependencia de cuidados casi se triplicará.

¿A qué se refiere la dependencia de cuidados? Los envejecientes a más avanzada edad, más dependientes son: pierden movilidad, padecen enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes), pérdida de memoria, enfermedades musculoesqueléticas (artritis, osteoporosis, artrosis). Muchas veces padecen dos o más enfermedades a la vez. Esto hace necesario que necesiten alguna forma de asistencia o ayuda para su vida diaria.

Se deben tomar en consideración estos indicadores para asegurar la protección social de este grupo poblacional: salud, pensiones, necesidad de cuidados e inclusión social, entre otras.

Cobertura que prevé el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) para los Envejecientes.

Salud:

El Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS),  mediante la resolución No. 339-02 del 10 de abril del 2014, autorizó al Seguro Nacional de Salud (SENASA) a afiliar directamente como beneficiarios del Seguro Familiar de Salud  (SFS) del Régimen Subsidiado[1], a las personas envejecientes que residen en hogares de ancianos públicos que operan sin fines de lucro.

El Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) informó que el Régimen Subsidiado en diciembre del 2017 contaba con 3 millones 530 mil 980 afiliados. De los cuales el 475 mil 047 son adultos mayores de 65 años.

Un dato de consideración es que cuando las personas se pensionan se quedan sin seguro médico, esto provoca que muchos envejecientes permanezcan trabajando, aunque no se encuentren en condiciones de salud para ello.

Pensión Solidaria:

Dentro de los beneficiarios del Régimen Subsidiado se encuentran: Las personas mayores de sesenta (60) años de edad que carecen de recursos suficientes para satisfacer sus necesidades esenciales (Art. 63, ordinal b, Ley 87-01).

El monto de esta pensión será el “equivalente al sesenta por ciento (60 %) del salario mínimo público e incluirá una pensión extra de Navidad” (Art. 65, Ley 87-01). Actualmente el monto del salario mínimo público es RD$5,117.50; estamos hablando de un monto de $3,070.50

A pesar de que las pensiones solidarias figuran en la Ley 87-01 nunca han sido implementadas, porque no se incluyen en el presupuesto nacional. Existe la posibilidad de que sea contemplado en el presupuesto complementario del 2018. El reglamento 381-13 del 28-12-2013 establece el procedimiento para establecer estas pensiones.

La cantidad de envejecientes que disponen de una pensión es mínima; además de que el monto de la misma es incompatible con los gastos en medicamentos que utiliza este rango de la población.

Retos a considerar para la Protección de la Población Envejeciente en nuestro país:

  • Alinear el sistema de salud a los requerimientos de este grupo poblacional; sobre todo de las enfermedades crónicas.
  • Adecuar las pensiones a un monto más real.
  • Disponer de sistemas de asistencia domiciliarios y/o comunitarios enfocados a sus necesidades.
  • Seguir creando y promoviendo sistemas de inclusión social para envejecientes (en noviembre del 2017 CONAPE entregó los premios “Ejemplos de Vida” y en diciembre del 2017 lanzó la campaña “Acércate más al abuelo en Navidad”).
  • Extender los programas de asistencia social a toda la geografía nacional  (asistencia legal en los tribunales y fiscalías, recepción de denuncias de maltratos, protección en situación de vulnerabilidad, asistencia para el ingreso a hogares y centros geriátricos).

¿Seremos capaces, como país, de cumplir estos retos?

Más leídas