La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) realizó ayer un simulacro de alerta de tsunami con el propósito de determinar la capacidade de respuestas de los organismos de auxilio y de la ciudadanía. Se detectaron debilidades de algunas ientidades y falta de coordinación entre organismos.
El ejercicio no real fue explicado por el predictor Fermín Estévez y se prolongó hasta las 2:00 de la tarde. Fue realizado junto a otras entidades públicas y privadas que conforman el sistema de alarma nacional.
Estévez declaró que la prueba se hizo desde las 9:00 de la mañana y que se envolvió otro personal en el proceso que desde ya revela debilidades de algunas instituciones y falta de coordinación.
Una mesa de crisis y los responsables de cada institución activaron las primeras medidas de reacción ante el hipotético fenómeno, que se desata con un movimiento telúrico que tiene su centro en el mar.
El director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) general de brigada Juan Manuel Méndez García manifestó que éste ejercicio de mesa reflejará las debilidades actuales de la estrategia planificada en caso de que en el país ocurra un tsunami.
El gran problema. Méndez García declaró que hasta el momento el gran problema que existe es con la población debido a los pocos referentes históricos que se tienen y la falta de conocimiento de qué hacer al respecto.
Las autoridades esperan que la población receptora establezca contacto con la entidad para medir la forma de respuesta de la gente ante el fenómeno y prepararla para que aprendan a enfrentar la realidad.
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Los antecedentes
Las informaciones referenciales para el simulacro fueron tomadas de un terremoto ocurrido en 1918 en las islas vírgenes y que impactó la costa Este dominicana. De acuerdo con el simulacro el primer impacto fue una ola de 2.4 metros. Igualmente una ola de 10 metros afectó a la isla de Puerto Rico y más de 20 islas activaron sus sistemas de alarma. Tanto el COE como la Onamet continuarán estos simulacros.