Pobladores La Barquita suplican los desalojen, para no morir allí

Pobladores La Barquita suplican los desalojen, para no morir allí

Desesperación, es la palabra que mejor describe la situación por la que atraviesan los cientos de familias del sector La Barquita, quienes claman a una sola voz  la reubicación de sus viviendas, antes de morir ahogado por los ríos Ozama e Isabela que, frecuentemente,  los acechan.

El panorama en la empobrecida parte Este del río Ozama era ayer  deprimente. Sus  moradores observaban  impotentes  cómo ese río se apropiaba, lentamente,  de las casuchas donde viven.

“Mire, anoche yo no dormí. El río comenzó a subir cerca de la medianoche y mis dos niñas (de 5 y 7 años) gritaban diciéndome que nos íbamos a ahogar. Por momentos lloraba con ellas y en otro momento trataba de calmarlas, pero la verdad es que yo no tengo para dónde irme”, expresó Ramona Vásquez, una de las madres solteras del barrio.

Junto a otras siete personas, Vásquez  manifestó su indignación por la cantidad de personas que repiten frecuentemente  que ellos están allí porque quieren, sin conocer  siquiera  su realidad.

Criticaron a las autoridades porque, a menudo, les envíen raciones alimenticias y colchones, “como si fuéramos animales que, con comida, tienen”.

Aunque sea  un solar. Ante el largo tiempo de  espera en  ser  desalojados, los moradores de La Barquita aseguran que se conformarían hasta con un solar que el Gobierno “les regale”.

“Nosotros nos encargaríamos de parar las casitas, nos llevamos los zinc que tenemos !y que se olviden de nosotros! La comida uno se la busca”, manifestó Nicolás Montero, otro poblador,  mientras  observaba el agua dentro de su  vivienda, por la que paga un alquiler de RD$500.00. mensuales.

Otra alternativa que proponen a las autoridades, a condición de ser trasladados de  la orilla del río, es que les entreguen  solares, por los que se comprometen a pagar  sumas mínimas.

Empujados, golpeados y abusados por una fundita.  En medio del deprimente panorama de La Barquita Este, un camión del Plan Social que llevaba “ayudas” a  ciento once refugiados en el colegio Buen Pastor fue saqueado por moradores del barrio que, entre golpes y empujones, se apropiaban de colchones, raciones alimenticias, mosquiteros y sábanas.

En medio del incidente, la multitud pisoteó a un niño que no pudo ser identificado, pues  huyó con rumbo desconocido cuando pudo  levantarse.

Con lágrimas, una anciana, Dulce María Sánchez, observaba la escena y se quejaba de que la mayoría de quienes  se lanzaron sobre el camión  “son viciosos” que luego venden las fundas a RD$150 y los colchones a RD$100.

“No les importa que uno sale con el agua al cuello, y lo único que le dan a uno es esa fundita, que esos abusadores se la quitan”, se quejó.

Debido a la situación, algunos  pidieron  mayor vigilancia al momento de  los repartos, para evitar otra desgracia producto de la desesperación.

Zoom

Arropados por la miseria y el agua

Tres barrios y dos ríos

En condición similar a La Barquita Este estaban los barrios La Ciénaga y Ribera del Ozama, con la diferencia de que en la mañana las aguas en éstos últimos sectores empezó a bajar, mientras que en el primero no paraba de subir. La crecida del Ozama, según informaron, comenzó  el pasado domingo alrededor de las 12 de la medianoche.

Desalojos

En los tres barrios, los moradores piden que los reubiquen en lugares más seguros, por lo que están dispuestos a pagar sumas mínimas, si fuere necesario, para que los provean de solares donde ellos mismos levantarían  sus casitas con el material que tengan.

Refugiados a la intemperie

Ante la falta de asistencia y la escasez de espacio en los refugios, algunas familias de La Barquita han improvisado los suyos. En cualquier  alto despliegan  una lona o zinc  con palos para  guarecerse. Según datos de dirigentes comunitarios, en la escuela Buen Pastor hay 111 refugiados, en casas de vecinos 258 personas  y, en la calle,  otra cantidad significativa.

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