Pobre Patria mía

Pobre Patria mía

El tiempo se ha ocupado de borrar las huellas de casi todas las dictaduras férreas del S. XX en el continente americano. Tras la desaparición de Trujillo, en nuestra República Dominicana el profesor Juan Bosch es electo Presidente Constitucional, habiendo traído tras un largo exilio, un alma con los más puros propósitos para gobernar el país como demócrata liberal. Sus ideas, empero, de tendencias socialistas provocaron una reacción tan adversa en los Estados Unidos de América, que fueron causa de la segunda Ocupación norteamericana en nuestro país en el siglo XX.
Muy pronto empezaron las luchas fratricidas de un pueblo ingenuo pero solidario y amoroso como lo es el nuestro. Por última vez, se vieron las hazañas de un levantamiento de hombres y mujeres valientes, en un acertado momento histórico pasional con la disposición de defender la soberanía perdida en múltiples épocas.
Es justo señalar que a partir de la instalación de los subsiguientes gobiernos constitucionales, hemos contribuido inocentemente a la desgracia de caer en la afiladas garras de una nueva y pujante clase política indiferente a los problemas de su pueblo carente; hombres hambrientos de ingentes poderes económicos, siempre amparados tras un falso concepto ético desconcertante.
Esta nueva clase política hace caso omiso a las virtudes de los antiguos fundadores de castas anteriores: hombres puros, honestos hasta morir, sin ambiciones de grandes fortunas, y quienes sólo velaban por infundir a su descendencia principios y valores culturales del más alto nivel moral. Ya quisieran estos nuevos falsos demiurgos del poder reemplazar aun en sueños, a aquellos antepasados virtuosos.

Con fervor entristecido, nos encontramos fieles participantes de la cultura de la corrupción, la cobardía y, peor aún, de la complicidad. Sólo me resta decir que nuestra sociedad está en proceso de la autodestrucción moral, aunque por fortuna aún nos resta de una débil democracia, el recurso de elecciones, siempre y cuando sean éstas incólumes para poder retornar y volver a ser el país digno de respeto laudable que antes fuimos.

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