Pobreza

Pobreza

Un informe difundido el viernes en Santiago de Chile por la Comisión Económica para la América Latina (CEPAL) expone que del 2003 hasta la fecha ha disminuido la pobreza en esta región del mundo.

La mejora, según la CEPAL, consiste en que durante el período señalado 13 millones de personas salieron de la pobreza, entendiéndose por esto que lograron alcanzar un estatus en el cual tenían cubiertas sus necesidades vitales.

Pero el mismo informe indica que 213 millones de seres, es decir un 40,6% de la población latinoamericana, permanecen en o por debajo de la línea de pobreza, lo que significa que no tienen acceso a niveles adecuados de alimentación, salud y educación.

Como ocurre con todos los estudios de esta naturaleza, los resultados expuestos por el de la CEPAL solamente reflejan promedios globales y no es frecuente que sean divulgadas las cifras individuales correspondientes a los países que integran la región.

De ahí que los índices globales de pobreza no reflejan necesariamente los niveles que corresponden a cada país de la región evaluado en ese estudio.

Así, las cifras de pobreza de Haití, por ejemplo, serán muy distintas a las de la República Dominicana y otros países latinoamericanos, y por lo tanto, también serán distintas las acciones necesarias para hacer que mejoren las condiciones de vida en cada una de esas naciones.

-II-

En la República Dominicana, un elevado número de familias viven por debajo de la línea de pobreza. No tienen acceso a alimentación y salud adecuadas, sus hijos generalmente desertan de la enseñanza en los primeros años porque tienen que buscar trabajo, pero al carecer de formación solo califican para labores mal pagadas, que no garantizan condiciones de vida aceptables.

Las personas que viven en esas condiciones se convierten en multiplicadores de pobreza a través de sus descendientes, que a su vez y en su momento, también multiplicarán pobreza a través de sus proles.

Este cuadro indica que los medios de lucha contra la pobreza han sido poco efectivos, aún teniendo en cuenta que, según CEPAL, del 2003 a la fecha 13 millones de latinoamericanos lograron salir de la pobreza.

Se entiende que el motor del progreso es la educación, pero para garantizar el éxito de los programas educativos los estudiantes deben tener resueltos los problemas de alimentación y salud, cosa que en el caso dominicano continúa siendo una quimera.

Insistimos en que es preciso rediseñar los programas de lucha contra la pobreza y hacer que éstos permitan crear las condiciones para que la gente se eduque, adquiera alguna preparación y tenga acceso a fuentes de trabajo. Quizás sea posible revertir estos saldos deprimentes que nos revela el estudio de la CEPAL, pero eso solo será posible cuando el concepto «lucha contra la pobreza» sea manejado con una visión libre de influencias políticas.

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