Un informe preliminar de un estudio sobre desarrollo humano que realiza el PNUD pone a la vista los grandes contrastes entre las principales ciudades y las provincias más apartadas, y particularmente el poco progreso de estas comunidades.

El informe preliminar recoge las condiciones de desarrollo en Elías Piña, San Juan, Dajabón, Valverde, Monte Cristi, San José de Ocoa, Azua, San Cristóbal, Peravia, Bahoruco, Independencia y Santiago Rodríguez.

En términos generales, hay limitaciones que son iguales para casi todas esas provincias, como es el caso de la baja calidad de la educación y las deficiencias en cobertura de salud.

El desarrollo humano entre estas provincias es bajo, a pesar de que en algunas hay buenos niveles de producción. Abundan dificultades sanitarias como el uso de letrinas y los pisos de tierra en un número considerable de viviendas.

El estudio detecta que la infraestructura hospitalaria sobrepasa en muchos casos el volumen de la demanda de servicios, pero faltan equipos y los médicos especializados solo hacen visitas periódicas. En fin, el estudio recoge muchas de las inequidades que resultan de la falta de una planificación de desarrollo integral del país y que concentra la mayor parte de la inversión pública en las ciudades.

Por menos endeudamiento

El país ha seguido un modelo de desarrollo que pone gran énfasis en el endeudamiento externo para enfrentar las necesidades de inversión.

Una arista delicada de ese modelo es que compromete el porvenir financiero del país, en tiempos en que las economías, grandes y pequeñas, están bajo constante amenaza de inestabilidad, debido a factores de mercado y otras situaciones fuera del alcance de la voluntad de las naciones más pequeñas.

La práctica de este modelo se aferra siempre a factores como la capacidad de endeudamiento del país, a pesar de que ésta, al depender de los ingresos fiscales y de otras índoles, es susceptible de altibajos muy pronunciados. Entonces el pago de servicio y capital de la deuda succiona parte de lo que es necesario para inversión pública y otras obligaciones internas. Sin duda lo saludable sería menos endeudamiento.