En el período del 2012 al 2016, la tasa de pobreza multidimensional logró una caída de 11.8 puntos porcentuales, es decir, 1.3 puntos porcentuales mayor a lo logrado en la tasa de pobreza monetaria oficial, que alcanzó bajar 10.5 punto porcentuales en el mismo período, concluye el estudio “El Índice de Pobreza Multidimensional para América Latina (IPM-AL): Una aplicación para República Dominicana”, presentado ayer en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD).
La pobreza multidimensional es la que va más allá del ingreso de los hogares, que incluye el acceso a servicios como agua potable, educación, salud, entre otras variables.
De acuerdo al estudio, la tasa de pobreza multidimensional en el año 2016 alcanzó un porcentaje de 23.1%, luego de una evolución desde el año 2000, en que se observan subidas, estancamientos y reducciones.
En el período del 2002 al 2004 la tasa pasó de 39.9 por ciento a 45.5%.
El estudio indica que en el ámbito nacional, el principal contribuyente a la caída en la tasa de incidencia de pobreza multidimensional en el periodo señalado, lo fue el mejoramiento del ingreso de los hogares, seguido, en forma distante, por las privaciones vinculadas a posesión de bienes duraderos, provisión de agua potable, logros educativos y hacinamiento.
“El análisis en el ámbito subnacional revela que la disminución reciente de la tasa de incidencia de la pobreza multidimensional fue generalizada en todo el territorio de la República Dominicana, abarcando tanto a la zona de residencia urbano-rural, como las regiones de desarrollo y las provincias, aunque con diferente intensidad en función del área geográfica”, detalla.
Apunta que a nivel de la zona de residencia, regiones de desarrollo y provincias, también el ingreso del hogar fue el principal contribuyente de la caída reciente, pero dependiendo del área geográfica que se trate, otras provincias con menos relevancia a nivel nacional adquieren importancia en el ámbito local.

El documento revela que el mayor impacto potencial para la reducción de la tasa de pobreza multidimensional lo tiene también el ingreso del hogar, lo cual significa que hay que continuar el trabajo de reducción de la dimensión monetaria de la pobreza como vía para también reducir la pobreza multidimensional.
“En forma paralela, hay que acompañar con políticas asertivas orientadas a la reducción de otras privaciones sociales, mediante intervenciones en la provisiones de servicios públicos como educación y salud, agua potable”, indica la investigación.