Pobreza y hacinamiento en el sector El Javillar,  Puerto Plata

<P>Pobreza y hacinamiento en el sector El Javillar,  Puerto Plata</P>

Puerto Plata. La pobreza y el hacinamiento se han apoderado de las familias que habitan el barrio El Javillar, de este  municipio, que sobreviven en condiciones infrahumanas y sin los servicios básicos.

Estas familias viven en la cercanía de la ribera del río San Marcos, que desemboca en el Océano Atlántico, por la parte Oeste de esta ciudad.

El sector El Javillar está ubicado próximo al complejo turístico de Costámbar, conformado por familias de bajos recursos, que hicieron este asentamiento en 1994 en terrenos de propiedad privada, pese a que  no estaban aptos para la construcción de viviendas y otras facilidades.

El barrio está formado por chiriperos, amas de casa, motoconchistas, obreros de la construcción y los llamados “echa días”.

Para muchas personas de las que allí habitan, los problemas sociales que los agobian, tienden a prolongarse cada día ante la falta de sensibilidad de las autoridades del Gobierno, porque se hacen “los ciegos para no ver que tenemos un alto grado de hacinamiento y que la pobreza nos arropa cada día”.

Las casas donde habitan estas familias del barrio El Javillar fueron construidas por sus propios dueños de hojalata, yagua y zinc,  mientras que los montones de basura “sirven de muro de contención para que el río San Marcos no nos ahogue cuando se producen lluvias”.

Varias de estas viviendas están a punto de irse al río San Marcos, ya que  debido a que por las constantes crecidas sus simientes o pilotillos han sido socavados y prácticamente han quedado en el aire.

Las Calles.  Las desastrosas condiciones de las calles del sector El Javillar, dificultan el tránsito vehicular, y a duras penas dueños de motocicletas pueden desplazarse, como consecuencia del mal estado de las vías.

El programa nacional de asfaltado de calles no alcanzó a llegar hasta el barrio El Javillar, por lo que los residentes en el sector han dicho que “merecemos una explicación de las autoridades  de por qué nos han dado este trato”.

Electricidad.  La falta constante de la energía eléctrica hace de este sector una especie de “pueblo fantasma”, porque en las horas nocturnas las personas caminan como zombies, tropezando con las piedras sueltas, saltando los hoyos, baches y zanjas, las cuales se encuentran llenas de aguas, que describen las deplorables condiciones.

Delincuencia.  Los residentes en este lugar  no escapan al auge de la delincuencia, y muchos  han sido víctimas de robos y atracos.

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