La gente de Villa Juana, Villa Consuelo, Villas Agrícolas, San Carlos, Ens. Luperón, La Ciudad Colonial, La Cienaga, Nuevo Domingo Savio Los Guandules, Gualey y el Espaillat, descansó.
La gran parte de la ciudad de Santo Domingo recibió los primeros rayos de sol del día de Navidad en calma, digno de un día festivo y fueron muy pocos los lugares donde se pudo ver que la fiesta siguió, luego de la cena de Nochebuena.
Una muestra de ello la dieron los populosos sectores de Villa Juana, Villa Consuelo, Villas Agrícolas, Espaillat y la Ciudad Colonial donde sus principales calles, que normalmente reina la estridencia y la ingesta en exceso de bebidas alcohólicas, se notó que los moradores decidieron cambiar la festividad prolongada, por unas horas extras de sueño.
Pocos negocios abrieron sus puertas y solo algunos adultos mayores, que usualmente despiertan temprano, fueron vistos en sus casas aprovechando la inusual calma de esos sectores disfrutando de su reglamentaria taza de café.
En la Calle 6 del Ensanche Luperón, donde el etílico corre como río, las cosas estaban calmadas y los negocios hasta cerrados.
Solo en lugares como la Calle 28 de Capotillo, a las 9:43 de la mañana un grupo de jóvenes seguían con las pilas puestas, inclinando el codo a ritmo de salsa.
Igual sucedió en la Calle Ana Valverde de Villa Consuelo donde se pudo observar varios grupos celebrando con música urbana a todo volumen.
Al cruzar por la Calle Juan de Morfa de San Carlos, el ambiente era más familiar, con adultos y niños sentados en las aceras con bocinas bluetooh dándole duro a la rumba navideña.