JERUSALEN (AP) _ Ariel Sharon se halla en condiciones estacionarias pero graves luego de una operación de emergencia para extirparle casi 50 centímetros de su intestino grueso, dijo el domingo el hospital donde está internado el primer ministro israelí.
La operación del sábado, de cuatro horas de duración, fue exitosa, pero las escasas posibilidades de Sharon de recuperarse disminuyeron aún más, informaron los médicos. Sharon no ha salido del coma profundo en que cayó tras un ataque de apoplejía el 4 de enero.
Los israelíes siguieron con atención el más reciente problema del dirigente de 77 años. Emisoras de televisión cesaron en varias ocasiones su programación regular para dar informes actualizados sobre su estado, pero el país ya se ha hecho a la idea de que ha concluido su ciclo político.
El heredero de Sharon, Ehud Olmert, de inmediato tomó las riendas del gobierno luego de su embolia y parece que conducirá su centrista partido Kadima a la victoria en las elecciones del 28 de marzo.
Sharon fue operado la mañana del sábado luego de que los médicos, quienes habían notado una inflamación en el abdomen, efectuaron una tomografía axial y una laparoscopía y detectaron tejido necrótico en sus intestinos, retirando 50 centímetros, una tercera parte, del grueso, dijo el director del Hospital Hadassah, Shlomo Mor-Yosef.
Fue la séptima intervención a la cual fue sometido desde la embolia.
La necrosis, la muerte de tejido, pudo haber sido causada por una infección o una baja en el flujo sanguíneo a los intestinos, incidencias comunes en personas comatosas, dijo el director del hospital. Mor-Yosef indicó que los médicos no encontraron vasos sanguíneos bloqueados.
Mor-Yosef dijo que la operación del sábado fue relativamente simple y que el principal problema de Sharon parece ser su coma. Al preguntársele si podría salir de éste, dijo que «todas las posibilidades están vigentes, pero con cada día que pasa, las probabilidades son menores».
El doctor Sean Morrison, profesor de geriatría en la Facultad de Medicina Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, dijo que pacientes comatosos que se hallan en ese estado durante mucho tiempo «generalmente mueren de complicaciones como esas», aludiendo a la necrosis.
La salud del líder israelí se deterioró en diciembre, cuando sufrió un ataque leve de apoplejía. Dos semanas después, debía internarse en el Hadassa, para un tratamiento cardiaco menor.
El 4 de enero, en la víspera de ese tratamiento, sufrió un ataque grave de apoplejía. Desde entonces se halla inconsciente.