El tradicional Día de Reyes al parecer pasó de largo en sectores populares de la capital, donde, contrario a otras épocas, hubo pocos niños que jugaban con sus nuevos juguetes. En un recorrido por Villas Agrícolas, Capotillo, Ensanche Espaillat y María Auxiliadora en horas de la mañana, cuando es habitual que los niños salgan a mostrar sus juguetes nuevos, no se observó la alegría del tradicional Día de Reyes.

Solo en el barrio María auxiliadora se vio a un grupo de niños montar patinetas y disfrutar con sus amiguitos. Jorky Manuel Rodríguez, residente en Capotillo, padre de un niño de tres años y tío de uno de cinco, a quien también hizo un regalo, cree que por “falta de empleo y el costo de los juguetes, muchos no tienen los recursos para dar un regalo a sus niños”. Le puso a las siete de la mañana una guagua y un carro a control a sus niños.

“Mami cómpramela, por favor”, suplicaba una niña de seis años a su madre para que le compre una peluca vieja en una pequeña reguera donde acudió a comprarle un peluchito pequeño. También fue común ver padres llevar a reparar las bicicletas usadas para volverlas a regalar