Los tres poderes del Estado deberían actuar con independencia en un Estado donde las cosas funcionen medianamente bien, pero en la República Dominicana el Poder Ejecutivo controla todo, o sea, como cuando Trujillo: Ley, Batuta y Constitución.
La Constitución votada el 26 de enero de 2010 y que sirvió para que el expresidente Leonel Fernández adoquinara la Justicia, para proteger sus conmilitones del PLD, creó las denominadas Altas Cortes, colocando al Tribunal Constitucional como órgano superior en la Judicatura. Sin embargo, ese alto tribunal toma decisiones que son desconocidas por ministerios dependientes del Poder Ejecutivo en violación a normas legales.
Ocurre que el Ministerio de Obras Públicas y la compañía Acero Estrella desconocen una disposición del TC que ordena paralizar trabajos de construcción de La Terminal de Autobuses Interurbanos del Este que se levanta en un área perteneciente al pulmón Parque del Este, contiguo a la zona protegida Parque Los Tres Ojos, en Santo Domingo Este.
Asimismo, los constructores de esta obra ilegal, desoyen un mandato del Tribunal Superior Administrativo (TSA), que ordena paralizar la construcción de la susodicha terminal.
Como se ve, estamos ante un desacato más de este Gobierno que desconoce sus propias leyes, denotando que estamos frente aautoridades que ignoran su autoridad, cuando violan las leyes y la Constitución de la República.
Pero unas autoridades que dan sus últimos aletazos, aferrado a un poder omnímodo que ya no le pertenece, pues la población ha venido retirando el poco apoyo tenían, y una demostración de ese retiro, fue el abucheo recibido por altos funcionaros gubernamentales en la inauguración del preolímpico en el Palacio de los Deportes la pasada semana.