Poder es querer

Poder es querer

Claudio Acosta.

A estas alturas son un poco mas  numerosos los convencidos de que la primera visita sorpresa del presidente Danilo Medina, de la que salió la célebre foto del mandatario brincando un charquito en mangas de camisa y zapatos de vestir, fue también su primer acto reeleccionista. Entonces, y todavía ahora, esa apreciación  parece excesiva, pues cuesta trabajo creer, entonces y ahora, que el guión de la reelección comenzó a escribirse  tan temprano y con tanto cálculo y premeditación. Y como se trata del mismo escenario, los mismos actores y el mismo público, siempre existe la posibilidad de que vuelvan a utilizarlo, con los correspondientes ajustes y “actualizaciones”, claro está, pues todo salió tan bien, como  atestiguan las votaciones  históricas alcanzadas tanto por  el PLD como por  su candidato presidencial, que la tentación es casi irresistible. De eso tenemos que estar conscientes si queremos dar una lectura correcta a las acciones del Gobierno, y sobre todo del reelecto presidente Danilo Medina, aunque de vez en cuando, producto de la desconfianza que necesariamente inspira quien ya faltó una vez a su palabra, incurramos en algún “exceso interpretativo”. Víctima, probablemente, de ese justificado recelo, un amigo periodista   se atrevió a decir  que la visita del mandatario, en su calidad  de providencial salvador,  a La Vega, donde el día anterior un incendio  destruyó el  mercado, es una señal inequívoca  de que la reelección sigue presente en el subconsciente del presidente Medina, quien ya tiene “su” Congreso, el que con tanta vehemencia reclamó durante la campaña electoral, para los fines que considere de lugar. ¿Una nueva modificación de la Constitución  figura  entre  esos fines? Sean usted y el tiempo,  querido lector, el jurado, pero no olvide que quien puede lo mucho puede también lo poco, ni  que en esta oportunidad sus diligentes cortesanos no tendrían ni siquiera que salir a comprar legisladores.

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