El barrilito en el Senado y el cofrecito en la Cámara de Diputados, son asignaciones de dinero del erario que senadores y diputados utilizan en sus comunidades para promoverse políticamente a través de acciones sociales. El hecho de que la Junta Central Electoral (JCE) decidiera suspender temporalmente la entrega de esos fondos deja claro que su uso da a los legisladores que aspiran a repetir en sus cargos, ventajas sobre sus contrincantes no beneficiarios de esas asignaciones.
La decisión de la JCE trae al ruedo el tema de las ventajas avasallantes que se derivan del ejercicio del poder y que existen por falta de leyes especiales que garanticen equidad en el acceso y uso de recursos para campaña electoral, de manera que tenga efectividad el mandato de la Constitución. A falta de leyes específicas, sería saludable que el Presidente Danilo Medina, aspirante a la reelección, haga cumplir su disposición que prohibe el uso de tiempo de labores, vehículos y otros recursos del Estado en campaña política.
Nuestra democracia tiene que evolucionar hasta niveles de superación que hagan del ejercicio político una auténtica expresión de equidad en el acceso a las oportunidades de promoción, sobre todo hacia lo interno de los partidos por medio del respeto de los derechos de elección. Hay que crear las leyes necesarias para lograrlo.
¿Quién cubrirá los perjuicios?
La cobertura de los aspectos de responsabilidad civil siempre generarán incógnitas difíciles de descifrar en un país como el nuestro. El tema salta a la palestra por el estallido de una planta de gas licuado de petróleo en el sector Los Ríos que hirió a decenas de personas y destruyó o dañó viviendas, automóviles y otras propiedades. Al menos seis de los que resultaron con quemaduras están en situación de extremo cuidado.
Una pregunta obligada es cómo serán cubiertos los aspectos de responsabilidad civil derivados de este percance y si los perjudicados contarían con el respaldo de algún organismo del Estado especializado en hacer que esa cobertura, como acto de justicia, sea efectiva y oportuna, al margen de los gestos oficiales de solidaridad para con los afectados por un percance cuyas causas deben quedar bien esclarecidas.