Poder y frontera abierta con Haití

Poder y frontera abierta con Haití

Los grupos que llegan al poder político tratan de imponer sus criterios, a veces con inteligencia y persuasión, pero en la mayoría de los casos se imponen a través de la fuerza; violando las normas de convivencia de una sociedad, la Constitución, las leyes y decretos que emite el mismo gobierno.

En RD el Poder Ejecutivo instituyó desde 1844 el modelo de gobierno presidencialista, revivido por Trujillo (1930-1961), dictadura, donde el Jefe era batuta y constitución. Asimismo, en los períodos de Balaguer (1966-1978 y 1986-1996) y ahora 2014, un tribunal extranjero, pretende humillar al país, con la sentencia CIDH-OEA, donde quieren eliminar la Constitución. Lo triste del caso, es que el Gobierno debería renunciar a la CIDH y a la OEA y aún no lo ha hecho.

En las Américas hay gran escasez de líderes presidenciables y algunos como Bill Clinton de USA, son enemigos del país, como se equivocó este señor, cuando era Presidente, al imponer como Presidente en Haití a J. B. Aristide. Igualmente, Clinton quería que el gobierno criollo estableciera centros de refugiados haitianos en RD.

Desde la década de 1990, USA quiere fusionar la isla en un solo país, porque no desea la inmigración haitiana en su territorio. Lo preocupante son los entreguistas criollos, que vendieron sus conciencias a USA por la unión de los dos países.

Cuando una persona llega al poder, debería pedir a Dios sabiduría y serenidad, para tomar decisiones acertadas en beneficio del pueblo. La democracia nuestra se ha arrodillado ante la ONU y USA, cayendo nuestros presidentes en una entrega de la soberanía a gobiernos extranjeros. La Cancillería dominicana da vergüenza por la falta de política diplomática para defender el país y se puede afirmar, que desde 1966 para acá, la Cancillería no ha transitado por el camino de la patria, para mantener en alto, el nombre de Quisqueya, pero la entrega total está sucediendo ahora en 2014.

La dictadura de Trujillo mantenía una diplomacia, dirigida por personas preparadas ante los gobiernos y organismos internacionales, con un cuerpo diplomático de primera. Cuando llegó la democracia, especialmente los Presidentes de las Administraciones Mejía, Fernández y Medina, han dejado la frontera abierta, para que pasen los haitianos. Los haitianos solamente han respetado a Trujillo. La cancillería dominicana no ha defendido con gallardía el nombre de RD. Los principios de Juan Bosch se echaron al zafacón. Hay que revivir la patria de Duarte, porque el Presidente defendió el país en La Habana y la ONU, pero algunos de sus ministros hacen lo contrario.

Sugiero leer los libros “El Principio del Poder” de Blaine Lee, donde hay un análisis de la estrategia del poder y “Las 48 Leyes del Poder” por Robert Greene, para evitar cometer tantos errores en la patria de Duarte, Sánchez y Mella.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas