MIGUEL PINEDA LÓPEZ 
El Congreso Nacional, controlado en su mayoría por el Partido de la Liberación Dominicana y sus aliados, debe acoger sin ningún tipo de reparo la solicitud del Presidente Danilo Medina de declarar en estado de emergencia 14 provincias severamente afectadas por lluvias e inundaciones de las últimas semanas.
En consecuencia, se trata de una verdadera insensatez política la actitud de la oposición de oponerse a ese necesario pedido y más aún frente a un presidente como Danilo Medina que ha puesto todo su empeño y dedicado todo su tiempo en enfrentar los efectos de esta terrible tragedia.
A un gobernante como el actual, que ha recorrido varias veces las zonas devastadas, incluyendo este martes La Isabela de Puerto Plata, y que se ha comprometido solemnemente a reparar gran parte de los daños ocasionados por estos fenómenos de la naturaleza, no se le debía negar una solicitud como la que comentamos.
Además, sería un acto de irracionalidad pensar que un estadista de la delicadeza y la prudencia como el que dirige los destinos nacionales sea capaz de aprovecharse de una situación de desastre para sacar ventajas políticas.
Los daños causados son definitivamente incalculables y aunque tentativamente se ha hablado de más de 20 mil millones de pesos, esa astronómica cifra aumentará, debido a que la continuación de las lluvias agravó los efectos de esta catástrofe.
Darle poderes extraordinarios al Presidente Medina para enfrentar este horrible desastre, constituye un acto de patriotismo y de solidaridad que en cualquier sociedad civilizada tiene que ser apoyado.
