Madrid, 26 ene (EFE).- El juicio contra Emilio Botín, presidente del Grupo Santander y uno de los banqueros más poderosos de España, comenzó hoy en la Audiencia Nacional para aclarar si las jubilaciones millonarias que cobraron dos ex directivos fueron legales y produjeron algún daño al Santander Central Hispano (SCH).

En el banquillo de los acusados se sienta, además de Botín, el ex presidente del Banco Central Hispano José María Amusátegui, y el ex consejero Angel Corcóstegui.

La sala principal del edificio de la Audiencia Nacional acoge esta causa, que es seguida con máxima expectación.

Es la primera vez en España que las jubilaciones e indemnizaciones multimillonarias pagadas por bancos y empresas a sus directivos llegan a los tribunales.

El primero en acudir a la sede del tribunal fue Emilio Botín quien, a su entrada, expresó a

los periodistas su respeto a la Justicia.

Las pesquisas para este juicio han durado poco más de dos años, desde que en octubre de 2002 el abogado Juan Francisco Franco Otegui presentó una querella en relación al bono de jubilación satisfecho a Amusátegui y, posteriormente, el ex consejero de Banesto, Rafael Pérez Escolar, hizo lo propio contra Corcóstegui.

Se conocía entonces que Amusátegui y Corcóstegui cobraron sendas indemnizaciones de 43,7 y 108 millones de euros (56,81 y 140,4 millones de dólares al cambio actual), al abandonar la entidad a mediados del 2001 el primero y a principios de 2002 el segundo.