La Junta Central Electoral atraviesa por una difícil situación que pone en juego su credibilidad, lo que trae un momento peligroso para la vida institucional de la República Dominicana.
Frente a las grandes manifestaciones de campaña que realizan los promotores de la reelección del Presidente Danilo Medina, y los auspiciadores de las aspiraciones del doctor Leonel Fernández, analistas políticos consideran que la JCE debería actuar prohibiendo las movilizaciones adelantadas, pero, ¿podrá el organismo de comicios imponerse al poder que tienenestas gentes?
El pasado miércoles 22 de mayo, el pleno de la Junta Central Electoral emitió la resolución 10-19, con la que ordena suspender todos los actos proselitistas que venían realizando los partidos.
Ahora bien, ante el descrédito que arropa a la JCE, debemos cruzar los dedos y esperar las reacciones de los promotores reeleccionistas y los seguidores del ex presidente Leonel Fernández, ya que unos y otros desarrollan campañas a destiempo, violentando la recién aprobada Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas, que establece con reglas claras los periodos de campañas.
Pero, el irrespeto que exhiben los dirigentes políticos nacionales contra la JCE, el propio organismo comicial se lo ganó, por los tantos traspiés que dio al tomar una serie de decisiones erróneas.
Estamos a un año para las elecciones presidenciales y congresionales, y nunca se había apreciadoun deterioro tan evidente en la confianza de la población hacia la JCE.
De todas formas, consideramos que si el organismo de comicios, rencausa sus pasos y toma medidas en las que pueda corregir entuertos, aún tiene tiempo para rescatar la confianza perdida en la población dominicana y podría propiciar unas elecciones confiables. Esperemos el desarrollo de los acontecimientos.