¿Podrá Teófilo Quico Tabar regular la ludopatía?

¿Podrá Teófilo Quico Tabar regular la ludopatía?

Si alguien puede poner coto al espíritu ludópata del dominicano es Quico Tabar

Empezaremos esta entrega por la definición de ludopatía, según la definición del diccionario de la RAE: “f. Adición patológica a los juegos electrónicos o de azar”. Sin lugar a dudas, hemos heredado de la antigua Madre Patria los hábitos de todo tipo de juegos incluyendo los de aventura.

En España, que nosotros recordemos existe, la Lotería Nacional, la Lotería Primitiva, el famoso Gordo de Navidad, el Niño, la Bonoloto, el Gordo de la Primitiva, Euromillones, Eurojackpot, la Quiniela, Quinigol, Lototurf y la famosa ONCE que es propiedad de la Organización Nacional de Ciegos Españoles.

Ante el escándalo mayúsculo en el cual los implicados sacaron de las urnas el número 13, lo cual, al estar combinados los apostadores en conjunción hasta con los ciegos, los cuales son denigrados al vendárseles los ojos para sacar los bolos. Si son ciegos, no necesitan ese vendaje. Este dolo le costó a la Lotería Nacional unos ciento cincuenta millones de pesos.

El presidente Abinader actuó para cortar estas anomalías por lo sano y nombró a Teófilo Quico Tabar, un antiguo funcionario que se destacó por la pulcritud que manejó las Aduanas, para que dirigiese la Administración General de la Lotería Nacional y una de las medidas drásticas que tomó “O se quitan los sorteos o al otro día yo me voy para mi casa”. Esto implicó, para la Federación Nacional de Bancas (Fenabanca), que debían ejecutar sus propios sorteos para lo cual les daba un plazo de treinta días.

De su parte, el señor Rubén Jiménez amenazó que si no se llegaba a un entendimiento satisfactorio, “tendrá que ejercer las acciones establecidas en las normas para hacer cumplir los derechos de los dueños de bancas de lotería”. También especificó, que las bancas que operan de manera formal en el país, ascienden a 30,750 y sin embargo, por la permisibilidad del Estado, actualmente accionan ilegalmente más de cien mil, lo cual perjudica enormemente a los que pagan sus impuestos.

La Lotería Nacional inició un proceso de descentralización al pasar la administración de los productos a manos privadas.

Es de rigor recordar, que los parámetros establecidos para las instalaciones de las bancas de apuestas eran de una distancia de 200 metros entre ellas. Hoy la proliferación es tal, que en una esquina se pueden contar hasta tres de ellas y en un pequeño pueblo, hemos contado más de veinte.

La multiplicación del fenómeno de las bancas de apuestas es tal, que hemos visto en lugares inhóspitos poco habitados, construcciones en bloques de cemento y como no hay fluido eléctrico, se las ingenian poniéndoles en el techo paneles solares para poder accionar las máquinas que registran los números y producen el papel impreso con los números jugados.

El flamante nuevo administrador aduce para no ejecutar los sorteos en la Lotería Nacional, que los contratos originales que firmaron los propietarios de bancas de apuestas no contaban con el aval del Poder Ejecutivo y que al no haber ni poder especial o un decreto, fueron decisiones particulares tomadas por los administradores pasados.

El licenciado Tabar ha reafirmado que la Lotería Nacional solo establecerá dos sorteos mensuales y que si los dueños de bancas desean hacer los suyos, deberán hacerlo por otra vía que no sea la lotería estatal.

Creemos que es exagerado en un pueblo pobre y poco instruido, que se celebren dos sorteos diarios, en los cuales muchos dominicanos cifran su futuro con la esperanza de sacarse un palé, fracatán o loto.

Conocemos la reciedumbre del carácter de Quico Tabar, por lo tanto, creemos que tratará de enderezar los entuertos que los propietarios de Fenabanca tratan de imponer.

Eso sí, esperamos que el Gobierno lo respalde, porque ya es tiempo de que se regulen los sorteos para que los dominicanos desposeídos, no cifren sus esperanzas en un premio incierto, que de seguro sabemos, que cuando lo obtienen han gastado más del doble en jugadas.

Si hay alguien que puede ponerle coto al espíritu ludópata del dominicano, o por lo menos amainarlo, ese es Quico Tabar. Adelante pues, que no estás solo en ese loable empeño.

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