CIUDAD DEL VATICANO (AP) _ Milagros reportados desde Sudamérica, Estados Unidos y China podrían acelerar el camino hacia la canonización del papa Juan Pablo II, indicó el domingo en una entrevista el sacerdote polaco que lidera las pesquisas.

   También El Vaticano sigue de cerca el caso de una monja francesa recuperada prontamente del mal de Parkinson, la misma enfermedad que padecía Juan Pablo II.

   Desde su muerte en abril del 2005 El Vaticano busca confirmar un milagro atribuible al Papa para beatificarlo, el primer paso hacia la canonización.

   Monseñor Slawomir Oder indicó a Avvenire, el diario de la conferencia de obispos italianos, que ya había «docenas» de milagros reportados, y «al menos tres de ellos, uno de los cuales viene de China, luce particularmente interesante».

   Oder destacó que los otros dos casos vienen de Sudamérica y Estados Unidos. Sin embargo, recalcó que el chino «es verdaderamente interesante y quisiera tener la documentación tan pronto como sea posible».

   Oder no respondió a un contacto telefónico intentado el domingo para confirmar la noticia. El vocero de El Vaticano, reverendo Ciro Benedettini, refirió cualquier pregunta a Oder.

   En una entrevista concedida a The Associated Press a principios de marzo, Oder dijo haber pedido documentación sobre milagros reportados en Sudamérica y Europa. Pero no mencionó China ni Estados Unidos.

   Un mes después del fallecimiento de su antecesor, el papa Benedicto XVI anunció que en el caso de Juan Pablo II no se esperaría el tradicional período de cinco años que se sigue antes de comenzar a tramitar una beatificación. Ya desde el funeral, los feligreses gritaban «Santo súbito» e «Inmediata santificación».

   Tras la muerte del Papa, en Francia una monja que padecía de Parkinson como Juan Pablo II, pidió a sus compañeras de la comunidad rezar para que él interviniera en su ayuda. En junio, la religiosa ya estaba curada, indicó Oder.

   Ahora, un grupo de médicos designados por la Congregación del Vaticano para las Causas de Santos determinará si la recuperación de la monja fue en efecto milagrosa.

   Para preservar su privacidad, Oder ha declinado precisar cualquier detalle que lleve a la identificación de la religiosa.