LA PAZ (EFE).- El adelanto de las elecciones en Bolivia aparece como una opción para solucionar la crisis que vive el país, ante las reuniones organizadas por la Iglesia Católica con los poderes del Estado y en las que participó ayer el residente Carlos Mesa.

   La evaluación del tema fue confirmada por los presidentes del Senado, Hormando Vaca Díez, y de la Cámara de Diputados, Mario Cossio, al término de uno de los encuentros que celebraron hoy con la jerarquía eclesiástica en la ciudad oriental de Santa Cruz, situada a 851 kilómetros al este de La Paz.

   Según Vaca Díez, el adelanto de comicios es un tema que hay «que armar como consenso, pero es cierto que cada vez hay un sentimiento de que la salida pasa por un nuevo proceso electoral».

   Cossio confirmó que «es una alternativa más, y se está considerando esa posibilidad, pero no hay una decisión tomada».

   Momentos antes de las declaraciones de los jefes parlamentarios, Mesa abandonó la casa del cardenal Julio Terrazas, con quien se entrevistó por primera vez desde que la Iglesia asumió el viernes el rol de mediadora en el conflicto que mantiene bloqueado al país.

   El ministro de la Presidencia, José Antonio Galindo, se limitó a sostener que confía en que la mediación de la Iglesia «pueda traerle paz y tranquilidad» a la nación.

   Las conversaciones, en las que también intervino el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez, continúan en la capital cruceña.

   En este momento, la posible convocatoria a elecciones sólo puede ser realizada por el presidente de la Corte Suprema, luego de la eventual dimisión de Mesa y si los presidentes del Senado y de la Cámara Baja no aceptan asumir el Gobierno, según establece la Constitución Política del Estado.

   La Carta Magna señala que si aún no hubieran transcurrido tres años de un período gubernamental, como sucede en este caso, los comicios serán solo para los cargos de presidente y vicepresidente, quienes deberán cumplir la gestión vigente, que concluye en 2007, pero no para renovar el Legislativo.

   En las discusiones dirigidas por la Iglesia también se consideró que cualquier solución debe ser aceptada por los sectores sociales movilizados, aunque el líder opositor, Evo Morales, se quejó hoy de no haber sido invitado a las reuniones.

   Morales dijo a EFE que los manifestantes no aceptarán el adelanto «de las elecciones con cualquier persona en el Gobierno» porque eso «frenará la Asamblea Constituyente».

   «Rechazamos rotundamente esa posibilidad porque no resuelve nada» y si el nuevo presidente es Vaca Díez «eso sólo va a polarizar la crisis política», anticipó el sindicalista.

   Morales dijo que estaba predispuesto al diálogo y a aceptar una posible convocatoria de la Iglesia a negociar.

   La población de La Paz y El Alto, entre las que no existe comunicación vial por los bloqueos en las calles, comenzó a padecer la escasez de combustibles y ha optado por aprovisionarse de alimentos de los mercados que aún venden productos, frente una posible prolongación del conflicto social.

   Los sectores insisten en pedir la convocatoria a una Asamblea Constituyente y la nacionalización de los hidrocarburos, pese a la decisión tomada por Mesa de fijar por decreto la elección de constituyentes para el 16 de octubre y sugerir que las demandas sobre el gas natural y el petróleo se atiendan en la Asamblea.

   Para la misma fecha, el gobernante impuso la celebración de un referendo autonómico, en respuesta a los pedidos de los líderes cívicos de Santa Cruz.

   El cardenal Julio Terrazas hizo ayer un llamado a la unidad y a la paz en el país, durante el sermón de la liturgia que celebra cada domingo en la Catedral de Santa Cruz, como arzobispo de esta localidad.

   Pidió a los ciudadanos tener «confianza» en que es posible una solución, «sin apresuramientos, pero sin esperas inútiles».